"Bueno muchachos, me acaban de sugerir un juego muy entretenido. Todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas y todos nosotros nos tiramos encima y nos hacemos los vivos". Esa fue la "broma" que pronunció el precandidato presidencial Sebastián Piñera durante una actividad de campaña en Linares, el domingo, que ayer desató una ola de críticas.

La Presidenta Michelle Bachelet, la vocera de Gobierno, Paula Narváez, la precandidata del Frente Amplio, Beatriz Sánchez; la diputada comunista Camila Vallejo y el candidato presidencial del PS, PPD, PR y PC, Alejandro Guillier, fueron algunos de los que rechazaron la polémica broma.

"Una violación es expresión de la mayor violencia contra las mujeres. Bromear con eso es despreciarnos a todas y no es aceptable", escribió la Mandataria en su cuenta de Twitter.

Guillier aseveró que "el problema del machismo es más profundo de lo que uno cree y eso ofende y hiere; hay que tener conciencia en que uno ofende y hiere en momentos en que en Chile se está abriendo ese debate".

El senador recordó un episodio protagonizado por él mismo, por el polémico regalo que la Asexma le hizo al ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes: "Mi señora no me habló durante tres días a propósito de un desgraciado incidente del que fui testigo y reaccioné de la manera más estúpida del mundo, por una broma que se quiso hacer de mal gusto y yo me reí, la famosa muñeca inflable".

Finalmente, Piñera ofreció disculpas por la frase y acusó que hubo "aprovechamiento político" en las reacciones. "Me disculpo por una mala broma que no afecta mi aprecio y respeto por todas las mujeres. Lamento el aprovechamiento político que ha generado", escribió en Twitter.

El precandidato fue defendido por varios dirigentes de su sector, incluida la ex ministra Cecilia Pérez, que acusó "doble estándar" de la izquierda.