A tablero vuelto, fue la gala de ballet de las escuelas que dirige la maestra de danza Cristina Ortega, en Puerto Montt y Puerto Varas. Más de 100 niñas y jóvenes protagonizaron Bosque Encantado, una puesta en escena exigente, no sólo en la técnica sino también en vestuario, iluminación y maquillaje. El programa incluyó además una muestra de clásico con dos Pas de deux, a cargo de bailarines del Estudio de Hugo Zárate, de Chillán. Desde Santiago, la Compañía de Karen Connolly trajo Indus, una obra que con un despliegue de técnica exquisita y sensualidad y transportó a los espectadores al oriente. Punto alto fue también la presentación de Carolina Llanos y Felipe Almonacid, campeones nacionales de tango y quienes cautivaron al público. El programa lo cerraron los jóvenes bailarines de la Escuela de Ballet Municipal de Santiago, bajo la dirección del maestro Patricio Gutiérrez. Con una alegría contagiosa y energía desbordante, los talentosos artistas hicieron retumbar las tablas de Frutillar con los marineros, una mezcla de danza y acrobacia, y fueron largamente aplaudidos, especialmente por el público infantil.