Las cojeras en el crecimiento urbano
Puerto Montt debe crecer y desarrollarse en equilibrio y priorizando necesidades en las poblaciones que van surgiendo.
La desarmonía y desequilibrio en el fuerte, pero descontrolado, crecimiento y desarrollo de Puerto Montt, tantas veces enrostrado, sigue manifestándose a estas alturas de los tiempos, conforme a lo revelado en reportajes realizados por El Llanquihue, en los que se ha confirmado la existencias de nuevas poblaciones periféricas, que carecen de los más elementales servicios.
Es lo que ocurre con los poblamientos que van surgiendo a la vera de la Ruta 226 El Tepual -como la Villa Melihuén-, donde hace poco los residentes emitieron un angustiado clamor de seguridad frente a una delincuencia que no cesa de acosarles, de locomoción para ir a sus trabajos y establecimientos educacionales, de un consultorio para sus urgencias de salud, entre otros requerimientos sociales propios de nacientes núcleos habitados.
Los mismos lugareños -como lo declararon- han llegado a la conclusión de que todas las carencias que hoy están padeciendo, se originan de la falta de coordinación -en un trabajo integral- entre los distintos servicios que deben participar en la construcción de nuevos centros poblacionales dentro de la comuna de Puerto Montt. Como sucedió con Alerce, que ha tardado una enormidad en irse equipando como corresponde y estar a la altura de su denominación de "ciudad satélite" y futura comuna. Todo lo cual resalta la improcedencia de poblar lugares sin priorizar el apoyo primordial del equipamiento y la logística adecuados, que los pobladores merecen para desenvolverse, progresar y aportar sin sobresaltos ni inmerecidos sacrificios.
Otra muestra de este desordenado avance urbano local es lo acontecido en las cercanías de la trágica Cuesta Zúñiga, donde habitan familias por años expuestas allí a la muerte y destrucción de sus casas, como ha pasado, al desbarrancarse voluminosos camiones con su carga sobre ellas. Y sin que se establezcan las medidas de seguridad definitivas. Como tampoco está frenada la habitabilidad en las laderas peligrosas. Etcétera.
Está bien crecer, pero no como un engendro.