No fue el domingo inolvidable -el 2 de julio- que se esperaba, porque no alzamos la Copa Confederaciones. Pero, en todo caso, no dejó de ser un día especial. Porque se realizaron comicios electorales en un ambiente de normalidad, con participación de votantes mayor a lo previsto, y porque, aunque la Roja cayó 1-0, jugó mejor que su rival germano y porque si no es por el yerro aquel "otro gallo estaría hoy cantando".
Aunque muchos creían que la finalísima copera en Rusia influiría en con una escasa participación ciudadana en el acto eleccionario de primarias, sobre todo porque Chile era principal protagonista, la respuesta de la población no fue tan frágil como se suponía. Y hoy los ganadores -Sebastián Piñera en Chile Vamos y Beatriz Sánchez en Frente Amplio- sacan cuentas positivas de cara a la jornada decisiva por la presidencia republicana del país el 19 de noviembre.
Mientras que la afamada Roja de Todos no lograba materializar el justificado sueño chileno de conquistar el cetro internacional en tierra rusa. Y no porque el equipo no fuera capaz de hacerlo, sino porque la infortunada jugada de uno de sus puntales, facilitó el gol rival que le cambió el destino al cotejo y selló la suerte de nuestra selección, por mucho que siguiera atacando con valiente determinación. Situación que, al mismo tiempo, dejó al trasluz la "eterna" falta de finiquito, de gol, en un plantel de gran técnica y que se aproxima muy bien al arco adversario, pero que no logra reflejar en goles ese dominio. Y si ansiamos clasificar al venidero Mundial en la misma Rusia, lo más urgente es solucionar esa visible deficiencia. Falta un hombre gol, un 9 de verdad, que concrete la productividad.
Debemos reiterar, que aunque no fue el 2 un domingo inolvidable, -al no consagrarse Chile monarca internacional de fútbol-, podría afirmarse que fue una fecha destacable, porque unió los chilenos en torno a su equipo representativo en las grandes lides, junto al fútbol y sus emociones. Y porque se demostró que la población, pese a la reticencia -con su voto- es capaz de elegir a los guías de su porvenir.