Entre los dolores más grandes del alma humana, está, sin duda, la pérdida de un hijo desde el núcleo familiar. Sea cual fueren las circunstancias. Más todavía si ese vástago se encuentra desparecido desde hace 12 años, como acontece en Puerto Montt con el -en ese entonces de 16 años- José Gerardo Huenante Huenante, de quien se perdió el rastro el 3 de septiembre de 2005, tras su detención por Carabineros en aquella madrugada. Y sobre lo cual la justicia no ha resuelto hasta los días de hoy, en medio de la incertidumbre ciudadana local y nacional, por la repercusión que ha tenido el caso, por algo considerado como el "primer detenido desaparecido en democracia"

Desde aquella fecha, que la familia Huenante ha caído en la intranquilidad, debiendo afrontar la más angustiosa etapa de su vida. Sin saber el paradero de su hijo, ni en las condiciones en que ello ocurrió. Esperando y esperando. Con el anhelo de que surja alguna luz, que dé la pista correcta que revele lo que realmente sucedió con José.

Mientras se aclara este preocupante y dilatado "misterio", los esfuerzos de los familiares, amigos y conocidos de la víctima no han cesado de gestionar ante el tribunal y las policías, las diligencias que activen y dinamicen las investigaciones que puedan esclarecer los hechos en torno a este extraño suceso.

Una de esas manifestaciones, -destinada a hacer conciencia del sufrimiento de los Huenante frente a la desaparición de su joven hijo José-, fue la que realizaron ayer por las calles céntricas de Puerto Montt, la familia y amigos de éste. Se le recordó con dolor y nostalgia. Y fue un potente clamor público de una pronta y efectiva justicia, así como del conocimiento de lo que en definitiva pasó aquella fatídica madrugada de hace 12 años y con la identidad de quienes fueron sus protagonistas.

Y frente a lo cual, precisamente ahora se fortalecen las esperanzas, con motivo de haberse reabierto la causa por la Corte Marcial, la cual que se mantiene en vigencia y gracias a las diligencias que sobre el caso no han cesado de impulsarse.

La industria del salmón ha permitido el crecimiento de un importante segmento de proveedores en diversos ámbitos de la cadena de valor. Estos emprendedores, muchos escindidos de las empresas originales, identificaron oportunidad de negocios que permitieron a las empresas productoras dedicarse con más fuerza a la actividad que le era más propia. Otros surgieron de actividades como el buceo y la pesca artesanal, transporte terrestre y marítimo, universidades y centros tecnológicos, que favorecieron el desarrollo de consultores, capacitadores y comunicadores especializados, un conjunto de empresas que conformaron un anillo importante del cluster del salmón. No obstante, sus negocios, de diversos tamaños y criticidad para los productores, han sido impactados por los vaivenes financieros de las empresas salmoneras y por los ajustes que estas deben hacer al caer caja y márgenes inmediatos o sus proyecciones de mediano y largo plazo, interrumpiendo compras de productos y servicios en esos mismos horizontes de tiempo y aumentando períodos de pago, que hacen que el efecto social y económico se multiplique. Algo similar ha ocurrido con el proceso de desarrollo de la mitilicultura. Esta interdependencia permite considerar "socios" a productores y proveedores, lo cual se debilita cuando se enfrentan malos momentos de mercado.

Los proveedores dependen de sus compradores nacionales y con estos últimos afectados, sufren las consecuencias ya señaladas, que los obligan a reducirse y a enfrentar aun la quiebra. Es una situación propia en industrias donde hay dependencia de un solo núcleo productor que es impactado de igual o muy similar manera y que, consecuentemente, responde de modo similar.

Baste observar el efecto en cadena del virus ISA, las proliferaciones de algas, fases de malos precios en el mercado y la no disponibilidad de semillas en choritos. Las consecuencias revierten sobre los propios productores, que al recuperarse requieren nuevamente de proveedores que han perdido parte de su capital técnico y humano y que ya no pueden brindar el mismo o similar nivel de respuesta.

Adolfo Alvial Muñoz.

Director Regional Corfo Los Lagos.