Obispos y casos de abuso: "La gente espera pasos concretos"
IGLESIA. La Conferencia Episcopal admitió la necesidad de dar señales de reparación a las víctimas en el marco de la visita papal, algo que respaldó el coordinador del viaje.
Las señales que dará el Papa Francisco durante su estadía en Chile han concentrado la atención pública previo al arribo del Pontífice, que se producirá este lunes.
Uno de los temas que ha generado mayor debate es el de la posibilidad de que el Papa se refiera a los casos de abuso sexual al interior de la Iglesia. Duda que se vio agudizada luego de que el jueves el portavoz del Vaticano, Greg Burke, no descartara un encuentro con las víctimas.
A eso se sumó la publicación de la agencia AP, de una carta en la que el Papa se refería, en enero de 2015, al caso Karadima y a la situación del obispo de Osorno, Juan Barros, cuyo nombramiento ha sido rechazado por algunos grupos de la ciudad.
El Arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, así como el portavoz de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, reconocieron la veracidad de la misiva, enviada en 2015 por el Papa Francisco al comité permante de los obispos de la Conferencia Episcopal.
"Lo que dice (la carta) no es de competencia mía", comentó el cardenal, quien explicó que la misiva iba dirigida a la Conferencia Episcopal y no a él. "Los abusos son graves", aseveró y agregó que "frente a todos he tenido claridad y he actuado con verdad y conciencia, a pesar de lo que digan algunas mentes desquiciadas en Estados Unidos".
Esto en alusión al denunciante del caso Karadima, Carlos Cruz, quien dijo que con la carta, los jerarcas católicos "quedan como lo mentirosos que son, los encubridores, cómo prefieren defenderse entre ellos que proteger a los niños y a las víctimas".
"pasos concretos"
Por su parte, Coiro, además de confirmar la veracidad de la carta, reconoció la necesidad de dar "pasos concretos" de reconocimiento y reparación a las víctimas de los abusos sexuales de la Iglesia Católica, en el marco de la visita papal.
El vocero del organismo que congrega a todos los obispos del país que, admitió que "la gente espera pasos concretos". "Puede haber documentos muy bonitos, declaraciones muy rimbombantes, consignas como 'tolerancia cero', pero si la gente no aprecia una real disposición de todos en la Iglesia para que se haga verdad, se haga justicia y que se repare y sane a las víctimas, todos los símbolos pueden ser, verdaderamente, insignificantes", destacó.