Matías Jullian Velásquez
Luego de guardar silencio durante el fin de semana, desatando críticas del oficialismo, Sebastián Piñera se refirió ayer a la polémica originada por la caída de Chile en el ranking de competitividad del Banco Mundial (BM), hecho que se generó por cambios metodológicos que afectaron la medición durante el Gobierno de Michelle Bachelet.
El Presidente electo, durante la inauguración del Congreso Futuro, aseguró que "el Banco Mundial tiene la obligación de aclarar y explicar cómo se hicieron esos cambios metodológico, con qué contenidos, con qué objetivo, porque las explicaciones hasta ahora han sido muy confusas".
Respecto a las declaraciones del viernes del economista en jefe del organismo, Paul Romer, quien dijo estos cambios "posiblemente" obedecieron a "motivaciones políticas personales" dentro del BM, el líder de Chile Vamos recalcó que de "haber habido una manipulación, una alteración o un intento de perjudicar políticamente a Chile es algo absolutamente inaceptable, condenable y que todos los chilenos tenemos que repudiar y el Banco Mundial tiene que sancionar".
De todas formas, desde su sector descartaron la existencia de un "complot político" para beneficiar a Piñera en las elecciones recién pasadas, como han planteado algunos sectores del oficialismo.
El senador UDI Juan Antonio Coloma, según recoge Emol, dijo que "me parece bastante absurdo que algunos de la Nueva Mayoría traten de justificar una derrota electoral a partir de este informe (...) No hay que aprovecharse de esta información".
En la misma línea, Francisco Undurraga, el líder de Evópoli, manifestó que "nosotros desechamos todo complot político, porque no creemos que exista" y que "no veo quiénes (de su sector) pueden participar en una cosa que además desprestigia al Banco Mundial y no beneficia a la ciudadanía con la toma de decisiones".
Al conocerse la polémica, Bachelet exigió al Banco Central una investigación a fondo para aclarar la manipulación de índices, esfuerzos que se iniciarán hoy desde La Moneda. Ante la posibilidad de que los resultados de la investigación lleguen después de concluido el Mandato de Bachelet, desde el Ejecutivo confían en que la Administración Piñera continuará exigiendo respuestas.
Según la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, "estos son temas de Gobierno y creemos nosotros que trascienden los intereses propios de un solo Gobierno. Tiene que ser un tema que nos tiene que preocupar transversalmente".
Chile estaría cuatro lugares más arriba
Paul Romer, la misma autoridad del BM que originó la polémica el viernes, publicó ayer sus cálculos sobre cómo estaría Chile en el ranking Doing Business si la polémica metodología no hubiese sido implementada. Así, según datos del 2017, en la versión de este año del indicador, Chile debería subir desde el puesto 55 al 51. "Pensé que sería útil ilustrar cuáles serían las clasificaciones bajo una medida invariable del clima de negocios", dijo el economista.