Todavía estamos a tiempo para contribuir a que Puerto Montt -sobre todo, en esta temporada estival de intensa dinámica de visitantes en la zona- vaya siendo cada vez más una ciudad puerto amigable y grata para el forastero. Algo que, hasta ahora, incomprensiblemente, la capital regional no logra consolidar, por algunos motivos que incomodan, en especial, al visitante, que no han encontrado la solución oportuna y diligente, a pesar del largo tiempo, menoscabando así las potencialidades turísticas puertomontinas.
Entre aquellas deficiencias que resienten nuestro turismo, en el presente se hacen notar los obstáculos que se presentan a los turistas -para acceder a los servicios de gastronomía y buen pasar- del centro de nuestra ciudad, en particular de la histórica calle Varas. A lo largo de la cual no hay estacionamientos disponibles a ninguna hora. Lo que para las visitas movilizadas es un escollo insalvable. Situación que ha derivado no sólo en las incomodidades turísticas señaladas, sino que también en el debilitamiento financiero del comercio céntrico histórico, incluyendo a restaurantes, cafés y lugares de interés del sector. Lo que, al mismo tiempo, perjudica la marcha general socioeconómica local.
Estas inquietudes han sido expuestas al municipio por la Cámara de Comercio, a fin de obtener libre aparcamiento vehicular vespertino y nocturno -por lo que resta de la temporada estival- en la calle Antonio Varas y sus vías perpendiculares. Se espera que la respuesta sea positiva, por el bien y prestigio del Puerto Montt turístico que todos quieren.
No agreguemos otras molestias al visitante, que ya las tiene bastantes con las agrietadas calzadas y aceras del centro urbano, su desprolijo aseo y su chocante tendencia al desorden.
La vocación de Pto. Montt es afianzarse como gran centro del turismo patagónico sudamericano. Para lo cual es imperioso que a sus modernizadores proyectos que vienen, se vayan uniendo -¡ahora!- las soluciones definitivas a los pequeños, pero notorios, detalles que están ahuyentando al forastero.