Inquietud en Hong Kong y Taiwán por permanencia de Xi Jinping en el poder
CHINA. El Ejército del gigante asiático entregó su apoyo a la posible perpetuación del Mandatario.
La propuesta del Partido Comunista Chino (PCC) de abolir el límite de 10 años para ocupar la presidencia de ese país, con el objetivo de perpetuar en el poder a Xi Jinping, ha generado críticas e inquietud en Hong Kong y Taiwán, dos territorios que temen una mayor presión de Beijing en su intento de asimilarlos.
Activistas, profesores y políticos de Hong Kong mostraron su temor a que la permanencia indefinida de Xi implique un mayor control de Pekín sobre la ex colonia británica, donde la llegada de Xi al poder trajo la multiplicación de las protestas por la intromisión del Gobierno central en este territorio autónomo.
La propuesta anunciada el domingo por el Comité Central del PCC para modificar la Constitución y eliminar el límite de dos mandatos de cinco años para los presidentes será votada este mes de marzo en Beijing por el pleno anual de la Asamblea Nacional Popular (Legislativo), aunque se da por hecha su aprobación.
Preocupados
La primera voz disonante en Hong Kong provino del activista hongkonés Joshua Wong, quien pasó varios meses en la cárcel por liderar las protestas de la "Revolución de los Paraguas" de finales de 2014, en las que pedían más apertura democrática contra las políticas de control ordenadas desde la capital china.
Wong usó Twitter para denominar a Xi como el "emperador", un término que están censurando en China las autoridades.
Una perpetuación de Xi en el poder podría acelerar el fin del concepto de "un país dos sistemas", el régimen por el que se rige Hong Kong tras su devolución a China, que le permite gozar de libertades inexistentes en la parte continental y que tiene vigencia hasta 2049, según coinciden las voces críticas.
"Un tirano como Xi solo puede ir a más. Para Hong Kong, que es relativamente más abierto y diverso que el resto de China, el futuro de la libertad académica, la libertad de prensa, la libertad de expresión y los derechos políticos será más precario", dijo ayer a la agencia de noticias EFE Kenneth Chan, profesor de Estudios Internacionales en la Universidad Baptista de Hong Kong.
"Habrá más 'compensaciones' hacia China a favor del interés o la seguridad nacional. Las élites gobernantes de la ciudad tendrán que usar la autocensura para evitar problemas", vaticinó Chan, quien auguró que al movimiento a favor de la democracia que surgió hace tres años le espera un horizonte cada vez más precario.
En Taiwán, aunque no se ha producido, como era de esperar en un tema tan sensible, una reacción oficial, el liderazgo de la isla, comprometido con la democratización como seña de identidad, considera negativa la medida y teme una mayor intimidación política y militar, aseguraron expertos.
Académicos ven la medida como señal de que China no está dispuesta a seguir la vía de la democracia y no dudará en aplastarla en Taiwán y Hong Kong. "La presión sobre Taiwán continuará aunque, por un tiempo, Xi estará más ocupado en consolidar definitivamente su liderazgo, eliminar la oposición interna y manejar las diferencias con Estados Unidos", dijo a EFE Joyce Lin, directora del Centro Asiático de la Universidad Tamkang de la isla.
Para Lin, la perpetuación de Xi en el poder refuerza el afán chino de "protagonismo internacional como gran potencia y su intento de conformar un nuevo orden mundial con reglas del juego diferentes a las imperantes, promovidas por EE.UU.".