Debemos reconocer, -con bastante incomodidad y preocupación-, que una de las críticas generalizadas que se hace a Puerto Montt, entre los turistas, cuando se les requiere sus impresiones de su visita por estos lares, se refiere al desaseo y descuido de la ciudad, sobre todo en sus sectores más concurridos como la costanera y centro.

Las autoridades locales, por su parte, reaccionan sobre el tema anunciando cambios y mejoras, particularmente en la recolección de las basuras de la ciudad, mediante llamados a licitación. Se aprovisionará de más contenedores, incluyendo el barrido de calles. Y el municipio espera que la adjudicación se produzca por la mitad de este mes. Lo mismo se impulsará en materia de áreas verdes y plantación de árboles, que es otra de las carencias urbanas.

Sin embargo, todos estos planes de optimización de los servicios de aseo y habilitación de sectores más amables para el esparcimiento de la población, no lograrán sus objetivos de mejorar la calidad de vida para residentes y visitantes, si los propios habitantes de Puerto Montt no ayudan a cuidar y a mantener limpia a su ciudad. Si no demuestran quererla, protegiéndola de todo daño. Especialmente, cuando sorprenden a los antisociales destruyendo sus bienes, rayando sus murallas, ensuciando sus paraderos, llamando a las policías para el correctivo necesario. O no aceptando las invitaciones de quienes ensucian la ciudad, pegando propaganda de circos u otras entidades en lugares visibles, como ocurriera hace poco con la placas (en forma de lancha chilota) con información turística, que irresponsablemente fueron tapadas con publicidad ajena, privando al visitante de esos útiles antecedentes.

La indignación ciudadana por esta irrespetuosidad e inconciencia, se justifica, pero no es efectiva si no se reacciona a tiempo y de modo concreto: avisando al 133 o no haciendo caso de lo que esa negativa publicidad propone. Usar correctamente los depósitos de desechos, no tirar desperdicios en la calle ni al mar, velar por la integridad de los bienes urbanos, es un buen comienzo del cuidado a Pto Montt.

Hace 2 años el Teatro del Lago acogió el encuentro más grande desarrollado en Chile en el formato de Seminario sobre emprendimiento e innovación. En él se dieron cita más de 1.000 representantes del emprendimiento y la innovación regional, con un 60% de mujeres y no menos de un 40% de jóvenes menores de 35 años. Entre ellos, fue destacable la presencia de pueblos originarios y micro empresarios de la pesca, el agro y el turismo. La innovación estuvo representada principalmente por investigadores de universidades y centros tecnológicos regionales, junto a miembros del Gobierno regional, Core y Servicios. Una verdadera democratización del emprendimiento, que fue una meta del actual Gobierno. La fusión del arte, la cultura y la innovación destacaron el mensaje central que mostró que con nuestro entorno social y ambiental somos uno, en una interacción que invita a crear nuevas visiones para el desarrollo iniciativas tendientes a mejorar la calidad de vida de nuestra gente. Desde Corfo enfatizamos el valor de la construcción de confianzas y de redes entre actores de los distintos segmentos y en particular, entre los ámbitos público y privado. Dijimos que es en la conversación y la colaboración desde donde surgen las respuestas a los desafíos de un futuro que nos impone una velocidad de respuesta alta y permanente. Al igual que los ecosistemas biológicos, un ecosistema de innovación y emprendimiento se compone de un conjunto de partes que interactúan y se sostienen unas con otras, en un equilibrio dinámico y con un flujo permanente de energía entre ellas. Mientras más complejos, más estables y resilientes, más ricos en su capacidad de adaptarse a entornos cambiantes y por tanto capaces de evolucionar asegurando su persistencia. La energía es la información y la interdependencia la confianza y la colaboración entre actores. Emprendedores e innovadores son la base de esta red, y las incubadoras, aceleradoras y mentores los apoyos para que su energía fluya y genere nuevos negocios, en un tránsito en que instrumentos de Corfo y otros organismos ayudan a su supervivencia en las etapas tempranas de desarrollo.

Adolfo Alvial Muñoz

Director Regional Corfo Los Lagos.