Chile erguido en el universo de los países con su atmósfera de extremo del mundo cultiva su liderazgo conceptual, como dijo el Presidente Ricardo Lagos. En estos días penetramos otro gobierno, otra vida cívica con un aura y silencio de segunda naturaleza. Al avanzar Chile provoca una ligera brisa. Estirado del desierto al polo sur, de los Andes a Oceanía, somos una nación de vida, de amor, de tiempo, de esperanza, de espacio, de poesía, de ingeniería, de colores, de océano, de lagos, de ríos, montañas. Padecemos y tal vez celebramos, encaramos los terremotos y maremotos. Erupciones, avalanchas, lluvias y sequías. Tempestades y amaneceres relatados en la poesía de Gabriela Mistral y Pablo Neruda, capturadas y puestas en palabras. Perfumes de las cuatro estaciones marcadas con altares de adoración a la lluvia en cada planta. Construímos una nación llena de impulso, un país abierto desde este rincón del mapa. Tenemos voluntad, palabra, deseos propios, con un contorno de un universo en expansión. No queremos que nos capturen, que nos obstaculicen. Somos una ciudadela, una atalaya, como nos dijo el Presidente José Mujica. Nos embarcamos y desembarcamos en cada ola que como velo brillante llega a la costa de Chile. Somos y podemos ser mejor, una alegría y alegoría de nuestra tradición. Hacemos lo que verdaderamente vale la pena. Volvemos a empezar, diez, cien veces, la misma frase, la misma construcción. Así se enriquece la vida, la música, la poesía. Las olas traen recuerdos que barren con los demás como castillos de arena.Tenemos un camino trazado, imprevisible, en la magia de la vida que estalla en el tiempo de nuestro Chile. Chile tiene silueta de muelles difuminados que ve nuevos horizontes. Tenemos lugares de climas abrumadores, de calor y frío, de alturas y profundidades, todos los días. Son hermosas ceremonias, donde todo es posible con los elementos desencadenados en libertad, traviesos, coloridos, pensativos, como ángeles disfrazados de extranjeros o de niños en su sencillez superior. Situados al interior del jardín nación que tenemos en nuestras propias vidas. Chile sigue siendo Chile. Nuestras oportunidades están a la vista.

Carlos Ignacio Kuschel Silva.

Diputado de la República. Región de Los Lagos.

Otra de las deficiencias puertomontinas, -como las del tránsito y el aseo urbano-, por ser las más evidentes, ha sido la magra campaña de su club profesional en el fútbol 2018, Deportes Puerto Montt, que afortunadamente ya han comenzado a superar -con gran voluntad, mística y tesón- los jugadores y cuerpo técnico, al amparo de la laboriosa directiva institucional.

Tras una prolongada serie de traspiés, que lo mantenía al fondo de la tabla de posiciones, la escuadra albiverde conquistó una valiosa victoria de visita en Arica, por 1 a cero, sobre San Marcos, que le permitió desatarse del último lugar. Y comenzar a recuperar la confianza, que tanto necesitan sus integrantes para ir afrontando la actual cruzada con más fe en sus medios y convicción ganadora. Los muchachos están demostrando que son capaces de ir mejorando individualmente y, sobre todo, en rendimiento de conjunto. Aunque, sin embargo, lo que siempre será decisivo y lo que más importa es que se fortalezca la voluntad, la garra, el temple y la ambición, para no ceder nunca ante el rival y buscar siempre sin temores el triunfo. Puntos de oro tan indispensables para ir acercando al soñado ascenso a primera división, que como capital regional merece Puerto Montt en el concierto deportivo nacional.

Queda bastante todavía por recorrer en la nueva temporada de Deportes Puerto Montt. Y si los errores se están corrigiendo, se ha enmendado el derrotero y los resultados del trabajo van en mejoría, hay que confiar -de veras- en que los desafíos -por más duros y difíciles que sean- se pueden enfrentar y doblegar. Hasta conseguir el objetivo, por inalcanzable que se presente.

"Estoy feliz por anotar, pero más que eso, por el esfuerzo que viene haciendo todo el equipo", afirmó Jaime Grondona, cuyo gol significó la victoria porteña en el norte. Ahí está la fórmula ganadora: la férrea unidad del plantel. Donde todos son importantes y hacen su aporte al potencial colectivo.

Ahora falta la clave colaboración de la fiel hinchada porteña. Sin ella, suele no llegarse muy lejos.