Amelia Carvallo
Los avatares de una institución centenaria que hace frente como puede a la decadencia, la Federación de Árbitros de Fútbol Amateur, es el centro de "La Directiva", el tercer documental de la realizadora nacional Lorena Giachino, que se estrenó en salas de cine de todo el país a través del programa Miradoc.
Nacida en Castro, Giachino es periodista y estudió guión en la Universidad Complutense de Madrid. Llegó al cine por casualidad y agradece haber caído en el documental, género que ha explorado con "Reinalda del Carmen, mi mamá y yo" (2006), "El gran circo pobre de Timoteo" (2013) y ahora con este tercer filme, que sigue los pasos de la nueva directiva de una organización en quiebra que, pese a la vejez de sus miembros y la precariedad de las condiciones, intenta reinventarse.
-¿Qué es lo que más te gusta del género documental?
-Lo imprevisible, trabajar con personajes de la realidad, expresar temas que me interesan de manera creativa. Me gusta la convicción, persistencia y tenacidad que implica este trabajo, es como un apostolado donde ejercitar la paciencia. Me gusta el permanente trabajo creativo que hay que tener con la realidad, con el mundo y con los personajes que se filman, con el pacto que uno establece con esas personas para que se conviertan en personajes. La magia que implica trabajar con lo imprevisible y cómo lo imprevisible te lleva a hacer una mejor película. Es magia pura y tiene que gustar mucho porque no ganamos ni uno.
-¿Cómo te aproximaste a los lugares y las personas que filmaste?
-Con paciencia, con transparencia. Los visitamos mucho sin cámara. Para mí es importante que entiendan que ellos y su mundo me interesan más allá de su presencia frente a cámara e intento explicarles claramente cuál es el discurso y el punto de vista que tengo, de qué quiero hablar a través de ellos y de su trabajo. Y eso significa desnudarlos, mostrarlos en sus batallas pero también en sus fallos.
Aunque siempre la ha gustado el fútbol y se declara colocolina, para Giachino su documental "no es una película sobre fútbol, ni de fútbol amateur, ni de la cancha de barrio. Más bien expresa la valoración que tengo sobre las organizaciones sociales que lo dan todo por conseguir logros colectivos. La noción de que todos somos ciudadanos".
-¿Por qué te interesaron los árbitros?
-Por la relación que tienen con el poder, la aplicación de las reglas, el orden y la disciplina. Al conocerlos como dirigentes vi una oportunidad de expresar con humor, con ironía y con emotividad el tema que me interesa y que tiene que ver con el trabajo colectivo, sin sacadas de cuentas personales.
-¿Por qué lo amateur?
-Porque lo profesional expresa justo lo contrario, no me sirve para un relato, es un mundo fome, poco atractivo. Yo tengo que creerles a los personajes con los que trabajo, sean o no buenas personas. No es que busque buenas personas siempre, pero el arbitraje profesional es un mundo cosmético, cuestionado, atravesado también por otro tipo de intereses. No veo ahí a una comunidad cohesionada, no expresan lo que a mí me interesa. Lo sintetizo en una frase que dijo don José Castro, uno de los dirigentes protagonista de esta película. Al hablar de lo amateur no habló de las diferencias económicas como el límite que separa lo amateur de lo profesional si no que dijo: "El fútbol y el arbitraje amateur significan convicción, el fútbol profesional significa espectáculo".
-¿De qué manera "La Directiva" es una sátira política?
-Los dirigentes son un efecto espejo de la inoperancia de nuestras autoridades. Ellos se equivocan, pero en aspectos que siempre tendrán que ver con mejorar su realidad. Quieren ser mejores en todo sentido, ojalá tuviéramos líderes así. La ironía está en varios guiños a nuestra historia democrática reciente.