Ley de migración
Una ley por sí sola no basta para lograr una real integración, si no va acompañada de procesos políticos y sociales que incluyan a toda la población. Si bien, el nuevo proyecto de Ley de Migración plantea un fuerte componente distintivo entre los migrantes, haciendo clara diferenciación entre la migración venezolana y haitiana, hay aspectos fundamentales que no se manifiestan en la iniciativa.
El más básico de los problemas que se produce respecto de la integración de los migrantes de cualquier nacionalidad, es el idioma, aún más notorio con la comunidad haitiana. Y si bien existen fundaciones y organizaciones que contribuyen a capacitarlos, es el Estado el que debe hacerse cargo, tal como ocurrió con los migrantes sirios.
También las condiciones de habitabilidad deben ser resguardadas por el Estado, sino la formación de guetos en comunas pobres, los dejará en un permanente estado de vulnerabilidad social.
El dispositivo sanitario es otro problema importante al que no se ha hecho alusión. Estación Central, Las Condes, Santiago, Quilicura, presentan un denominador común y es que sus consultorios están copados por las demandas de la población nacional y la extranjera.
Es importante entonces, revisar el Plan Nacional de Inmunización, ya que la mayoría de la población migrante, sobre todo la de Haití y de República Dominicana, no cuenta con vacunas como la de la Tuberculosis (TBC), o la que protege contra la Poliomielitis. En esa línea, hay que replantear o diseñar un plan específico de inmunizaciones para la población migrante que ingresa al país, de manera que reciban las dosis respectivas para mantenerlos protegidos contra estas enfermedades.
Asimismo, en el ámbito educacional se debe realizar una revisión curricular con el fin de integrar de manera paulatina a los estudiantes migrantes. Para el caso de quienes no manejan nuestro idioma, debieran recibir además un plan de alfabetización.
Son tareas urgentes que no constan en la Ley, pero que nuestro Estado debe realizar para normalizar y fomentar la convivencia de chilenos e inmigrantes y la adaptación de éstos a nuestro país.
Claudio Betancur, académico carrera de Terapia Ocupacional. Universidad San Sebastián
Empleo y tercera edad
Difícil es disfrutar la tercera edad, para quienes los recursos económicos se centran en las pensiones solidarias o con aporte previsional solidario -para pensiones bajas-, por lo que resulta imperioso generar incentivos laborales para aquellas personas que sienten que aún pueden aportan en lo productivo, con jornadas laborales flexibles. En esa línea, los primeros sondeos de la reforma previsional van en el camino correcto, evaluando no quitar beneficios del pilar solidario para quienes tengan contrato laboral, o bien las AFPs, quienes podrían no cobrar comisión a la tercera edad.
Eduardo Jerez Sanhueza
Cianuro
Hace algunos días, la Urgencia del Hospital Barros Luco debió ser evacuada preventivamente, luego de que ingresara un individuo de 34 años que probablemente había ingerido cianuro, y se intoxicó, falleciendo horas después.
Muertes o intentos de suicidios por este elemento, no es nuevo. El cianuro es uno de los venenos letales conocidos por el hombre, actúan de forma más rápida, razón por la que debe ser reconocida y tratada de forma precoz. El cianuro se obtiene de la combinación del ácido cianhídrico con distintos compuestos y es utilizado con fines industriales, entre otras cosas.
El cianuro sódico, por ejemplo, se utiliza con en la metalurgia de plata y oro. El cianuro de hidrógeno se produce en la combustión de plásticos y espumas de poliuretano y en la hidrólisis del laetril, que es una sustancia encontrada en las almendras amargas, nísperos, ciruelas, laurel, cerezas y otras plantas. También es formado al quemar materiales como lanas, seda, poliuretano o vinilo.
El abordaje inicial del paciente intoxicado debe partir con el reconocimiento adecuado de la situación. Debemos sospechar una intoxicación con cianuro en los pacientes que se hayan expuesto a los agentes anteriormente descritos. Entre las manifestaciones clínicas más usuales, encontramos cefalea, ansiedad, confusión, vértigo, coma, convulsiones, arritmias, hipotensión, shock, aumento de la frecuencia respiratoria, edema pulmonar, vómitos, dolor abdominal, náuseas, eritema generalizado, dermatitis, daño renal y necrosis hepática. Los pacientes intoxicados por cianuro, deben ser atendidos en un servicio de urgencia, por personal de la salud especializado, a la brevedad.
Fernando Torres, director Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello