Temporales Teatrales
El poder de la ignorancia es dantesco y criminal, supera hasta al más sesudo de tus semejantes; tal poder es intransigente, se debe a muchos pies de página. Uno de aquellos es nuestra culpa, por "dejarlos ser", al ignorante se le perdona, como quien se siente "salvado" al confesarse, como cuando se tergiversan sueños y se termina contando cualquier pavada.
Dicho poder nos tiene en sus fauces, lee, camina y haz, no las preguntas correctas, sino las preguntas acertadas, aquellas que sin ton ni son, son las culpables de nuestros insomnios; aun con todo aquello, tal poder os devorará, os contaminará y envenenará.
Aun con estas palabras que quijotescamente quiero decir, la ignorancia será vuestro enemigo. Espero de mi ciudad, Puerto Montt, no caer precipitado ante tan brutal recoveco. Seremos como Aquiles, el de los pies ligeros, o Zeus, que las nubes amontona, tales epítetos tomad como respuesta a divagantes preguntas, ¡no caer en la ignorancia es un ideal!, un ideal que como capital regional, se debe estar dispuesto a entrever entre espejos oscuros. Viviendo en Santiago, os digo que este lugar está contaminado de ignorancia, Puerto Montt debe ser un ideal conspicuo.
Admiro los Temporales Teatrales, como quien admira una pintura llena de humanidad, un libro que te llena de epifanías, cine que es como plomo violando tu cabeza, actos y telones de vida que te forjan a martillazos.
Ad portas de tan esperada escena en Puerto Montt, sólo espero que se propague teatro sobre nuestra ciudad como el frío agreste que lo caracteriza, como el chacay en sus cerros, como el alcohol rebosante de su costanera, como la anarquía en Tenglo, como su Mitología Chilota, entre cascadas de Tocoihue y la cueva de Quicaví. ¡Que se expanda teatro…! como la muerte y venta de cigarrillos en épocas de guerra, como enredaderas semejante al Trino del Diablo de Tartini.
Temporales Teatrales es un inicio a una lucha en contra de la supina ignorancia, la cual en Puerto Montt, con el teatro hace una lucha encarnizada, a lo sumo como La Ilíada de Homero, entre aqueos y troyanos o la lucha de Raskolnikov de Dostoievski en Crimen y Castigo, con su actuar asesino y éticamente superior -me dejo llevar por la hipérbole, tópico casi obligado en lo que quiero representar-.
¡Temporales Teatrales… es un inicio… y uno digno de sacarse el sombrero!
VÍCTOR ZAPATA GODOY.
Gratitud al Hospital
El día 21 de marzo de este año, a las 22:15 horas, fui ingresado inconsciente y en medio de un infarto cerebral, al Hospital Regional Dr. Eduardo Schütz Schroeder. La rápida reacción de mi esposa y una de mis hijas, el apoyo de un matrimonio vecino que me trasladó al hospital, la atención rápida y efectiva del equipo médico en esos primeros momentos, hicieron la diferencia a mi favor y facilitaron todo lo que vino después.
Estuve 22 días hospitalizado. El día 14 de hospitalización, fui sometido a una cirugía endovascular, pues mi carótida estaba obstruida en un 80% aproximadamente.
El resto del tiempo estuve en recuperación y estabilización, hasta el alta. He vuelto a mi control post operatorio y estoy bien.
Soy un hombre mayor, cumplo 82 años en septiembre y he sido toda la vida muy activo, en diversas esferas de la vida.
Hoy, estoy en mi casa, de vuelta a mis labores normales, disfrutando de la compañía de mi esposa, mis hijos e hijas, viendo crecer a mis 3 nietos y a mi nieta, y conversando con vecinos, amigos y compañeros. Me siento confiado y veo como mi cuerpo se va recuperando, como bien y duermo mejor.
Quiero, junto a mi familia, agradecer y destacar de manera fuerte y clara, la excelente labor del personal del Hospital -desde el personal de seguridad y las oficinas del Hospital Amigo, hasta el equipo de cirujanos liderados por el Dr. Rodrigo Martínez, quien en compañía del Dr. Sánchez y otros más, me permitió salir adelante.
Asimismo, reconocer la labor humana y especializada de los equipos de la UTAC y de la UTI , quienes aparte de atenderme muy bien, siempre estuvieron para explicar a mí y a mi familia la forma como evolucionaba, y ya sabemos que la buena información ayuda a bajar la angustia.
También, damos las gracias al equipo de enfermeras y personal de apoyo del 6º piso, de recuperación quirúrgica.
Muchas veces pasamos por fuera del Hospital y vemos ese enorme edificio, como parte de nuestro paisaje, pero debiera ser visto como mucho más que eso, pues es un lugar en que cientos de personas pasan a diario para ser atendidas con dignidad y profesionalismo, con modernos equipos, tecnología de última generación, espacios agradables y amplios, buenos especialistas y personal amable.
Siempre habrá aspectos que mejorar, pero es necesario reconocer lo bueno cuando lo hemos vivido personalmente.
Le saluda atentamente y agradece la publicación de esta carta.
LINDOR MALDONADO ROSAS Y FAMILIA.