Suprema acoge recurso por el vertimiento de mortalidad de salmones
. BLOOMPescadores criticaron el actuar de las autoridades que autorizaron el procedimiento.
L a Corte Suprema acogió un recurso de protección presentado por pescadores artesanales y organizaciones medioambientales de la región, por la autorización para verter al mar 9.000 toneladas de salmones muertos.
Los hechos sucedieron en marzo de 2016, producto del bloom de algas, que provocó la pérdida de 40 mil toneladas de especies salmonídeas y que afectó a 45 centros de cultivo del Seno del Reloncaví.
Gran parte de esa biomasa en estado de descomposición fue derivada a plantas reductoras, las que vieron superada su capacidad.
En el fallo del pasado 22 de mayo, pronunciado por la Tercera Sala del máximo tribunal, se revoca la sentencia apelada el 29 de junio de 2017 y, en su lugar, acoge el recurso de protección deducido por cuatro dirigentes, en contra del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), de la Dirección del Territorio Marítimo y Marina Mercante (Directemar), de la Seremi de Salud, de la Superintendencia del Medioambiente y del Ministerio del Medio Ambiente.
La Suprema establece que los principales cuestionamientos a esas entidades dicen relación con "la falta de fundamentos técnicos para resolver como lo hicieron", así como con "la omisión del cumplimiento de sus obligaciones legales y reglamentarias de control de las actividades contaminantes y riesgosas para la salud humana y animal, y para el medio ambiente".
El escrito expone que "todos los recurridos adoptarán en el plazo de dos meses, las medidas preventivas, correctivas y de coordinación de los procedimientos por los que cada uno deba regirse, propendiendo a una reacción oportuna y eficaz para evitar los riesgos para la salud de la población y los daños al medioambiente, las que se informarán a esta Corte".
Asimismo, instruye "continuarse con las investigaciones científicas y administrativas que contribuyan al establecimiento de medidas que propendan a impedir la repetición de lo ocurrido".
También salmonchile
El veredicto además establece que aunque SalmonChile sabía del riesgo que implicaba la situación climática "nada se hizo para procurar reducir su impacto en la tasa de mortalidad de los salmónidos, adoptando alguna medida preventiva".
Agrega que el gremio se limitó "a disponer lo necesario para afrontar la emergencia sanitaria una vez producida y para el solo efecto de dar destino final a los peces muertos".
Al respecto, Arturo Clément, presidente del gremio, afirmó que "tenemos nuestro sistema de monitoreo. Quien sí atrasó y agravó la situación, fueron las autoridades de la época, que demoraron en entregar las autorizaciones (para retirar la mortalidad). No nos sentimos tocados por esto".
Sobre el fallo, Clément especificó que "no estamos involucrados. Es un tema que tendrá que resolver el Estado".
Aunque en ese momento no era presidente de SalmonChile, precisó que solicitaron los permisos que correspondía para el vertimiento, que "se hizo en la oportunidad y la forma que determinaban esas autorizaciones. Era lo que correspondía. Pedimos las autorizaciones y fueron otorgadas. Actuamos bajo la normativa que nos regula", remarcó.