Muy lamentable y merecedor del más fuerte repudio ciudadano, es, sin duda, el ataque delictual que desconocidos acaban de infligir al Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, a través del robo del cierre perimetral que resguardaba su campo de entrenamientos, que se encuentra emplazado en el sector de La Vara en las afueras de nuestra ciudad.
Según lo informado por el superintendente institucional, Rodrigo Barrientos, los delincuentes sustrajeron 42 paños de mallas metálicas, avaluadas en más de $5 millones. Lo que motivó a interponer la denuncia correspondiente en la PDI, con el fin de procurar el esclarecimiento del hecho y aplicar el debido castigo a sus autores. E igualmente se espera la colaboración de los vecinos del lugar, en el sentido de aportar, anónimamente, algún antecedente que hayan detectado sobre este delito, que ayude en la investigación de la verdad del caso. Bomberos reitera su llamado a esta cooperación a la comunidad vecinal del lugar, agradeciendo de antemano tan indispensable y valiosa ayuda.
Está más que claro. La valerosa y solidaria institución bomberil porteña sólo merece respaldo y reconocimiento. No daño ni ingratitudes. Menos todavía la sustracción de los recursos que tiene para prepararse y proteger más óptimamente las vidas y bienes de la población frente a los embates de los incendios y otras tragedias. Tampoco la agresividad de vecinos, en algunas ocasiones manifestada en esos riesgosos operativos. O las burlas telefónicas, que distraen su valioso y vital tiempo, para llegar oportunamente a los verdaderos siniestros; lo que, precisamente por esas bromas, podría tener las más graves consecuencias.
Es oportuno recordar que el Cuerpo de Bomberos debió realizar una intensa campaña, para ir juntando los dineros de inversión en el recinto de capacitación bomberil. Incluyendo parte de los fondos recaudados en las cruzadas del sobre y el sorteo anual. Lo que significa que este robo es un duro golpe económico para la noble organización voluntaria, que sólo aspira a servir y cuidarnos a todos.