Erwin Schnaidt Ávila
Permanentemente los pescadores artesanales están reportando ataques de lobos marinos que dañan sus redes para alimentarse de sus productos. Algunos incluso han acusado perjuicios en sus embarcaciones. En casos extremos, se ha conocido de quienes los han repelido con armas de fuego, por lo que han sido detenidos y enfrentan investigaciones judiciales.
De acuerdo a estos relatos surgidos en distintas regiones del país, es evidente que el animal -que está protegido por una veda, además de acuerdos internacionales- genera complicaciones a la actividad.
Como una manera de abordar este problema, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), está convocando a una reunión de trabajo, a realizarse el próximo jueves 9, en Calbuco, oportunidad en la que esperan comenzar a elaborar un catálogo de buenas prácticas para que mejoren las relaciones del sector artesanal con ese mamífero, mientras desarrollan sus faenas.
La iniciativa surgió durante la tercera sesión de una mesa de trabajo creada por el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme -que integran la Subpesca, Sernapesca, IFOP y la Armada-, para generar propuestas concretas en torno al problema.
"Se adoptó el acuerdo de elaborar un código de buenas prácticas para regular de algún modo la interacción de los pescadores artesanales con este mamífero marino", explicó.
Riquelme subrayó que en la preparación de este manual, serán esenciales las propuestas que formulen los representantes del sector artesanal.
"Hemos requerido que puedan entregar insumos e ideas para poder ir conformando este registro. Nos parece muy necesario y es una de las medidas que esta mesa está tomando para poder morigerar los lamentables y negativos efectos que esta interacción produce con el mundo de la pesca artesanal", planteó el subsecretario.
Malas prácticas
Aunque el contenido específico de ese manual no ha sido definido, uno de sus acápites apuntará a desterrar malas prácticas que agudizan el problema, como aquella de limpiar los pescados a bordo de los botes y arrojar al mar las vísceras, "que se transforman en un atractivo para el consumo del lobo marino", opinó.
"Una de las cuestiones que examinaremos es la posibilidad de exigir, en el caso de desembarques de pesca faenada en botes, que se puedan entregar también las vísceras (del pescado) para que sean adecuadamente reducidas o aprovechadas, de modo que disminuya el incentivo al lobo", apuntó Riquelme.
El subsecretario de Pesca anunció que el 16 de agosto deberían dar a conocer los planes pilotos que podrían aplicar.
No comparte idea
Consultado Juan García, presidente de la Asociación Demersales, se mostró sorprendido por la convocatoria a Calbuco, ya que dijo no haber sido invitado, a pesar de haber sostenido una reunión en Valparaíso, a principios de julio.
Respecto del manual de buenas prácticas, García también cuestionó ese propósito. "No sé quién le metió eso en la cabeza. No sé con qué fin", expuso, al mismo tiempo que desechó que los pescadores artesanales arrojen restos de pescados al mar. "Son cosas que hace muchos años que ya no se hacen", argumentó.
En su lugar, el también presidente del Sindicato de Caleta Anahuac propuso implementar proyectos que permitan minimizar la interacción con ese mamífero.
"La única fórmula que vemos es crear opciones para levantar de forma más rápida efectiva las redes. Hoy todo se hace lento, porque se suben los espineles con la mano y eso le permite al lobo hacer lo que quiere. Si somos más eficaces en recoger ese material, vamos a evitar ese contacto", explicó.
García argumentó que se deben generar proyectos para adquirir ese apoyo tecnológico o bien crearlos.
"Las propuesta del subsecretario son soluciones demasiado fáciles, que no nos van a llevar a nada, si no atacamos el problema en profundidad y con soluciones verdaderas", enfatizó el dirigente.