Cada vez, está más cerca el río Maullín de transformarse en Santuario de la Naturaleza, lo que es un merecimiento plenamente justificado, por la extraordinaria riqueza de su fauna aviaria, sus quilates medioambientales y las proyecciones turísticas en su entorno.
La referida inquietud siempre, de alguna forma, ha acompañado a este inigualable recurso natural maullinense. Sólo que en la actualidad -sobre todo frente a la latente amenaza contaminante industrial- , han surgido organismos solidarios con la causa protectora del río, liderados por el municipio, que lo están postulando con mucha decisión, ante la institución respectiva, a Santuario de la Naturaleza. Un logro que, obtenido, será primordial para su consolidación como un importante sitio de preservación de la biodiversidad por estos confines.
Hay que recordar que los humedales de Amortajado, Lenqui, Quenuir, Las Lajas y Lepihué, de la Comuna de Maullín, están integrados a la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, que es una estrategia internacional para conservar estas especies y sus hábitats, mediante una red de sitios en el continente americano. Según los estudios dados a conocer, en la zona en comento existen 152 clases de aves, de las cuales 94 son acuáticas, lo que equivale al 63% de las contabilizadas para Chile.
Es fundamental y prioritario, que este clamor ecológico surgido desde Maullín, -y que resuena cada vez con mayor potencia desde nuestra Provincia de Llanquihue-, sea escuchado y resuelto en la brevedad. Y así -a través de la calidad y rango de santuario- poder asegurar el respaldo jurídico y la protección legal de este maravilloso enclave de aves únicas y dignas de ser conocidas no sólo por los expertos, sino también por los turistas y la comunidad en general que ama la naturaleza y sus creaturas.
No hay otra manera de consolidar la vigilancia, cuidado y conservación de estos grandes tesoros ecológicos, que mediante la institucionalidad, que neutraliza y disuade hasta el más leve intento de dañina contaminación ambiental.