Papa acepta renuncia de cuestionados obispos de Chillán y San Felipe
IGLESIA. La salida de Carlos Pellegrín Barrera y Cristián Contreras Molina se dio en el marco de las investigaciones en su contra por sus presuntos vínculos con casos de abusos. Pellegrín no descartó presentar acciones legales con quienes lo han denunciado.
Siete renuncias ha aceptado el Papa Francisco desde su reunión en el Vaticano con los miembros de la Conferencia Episcopal chilena en mayo, luego de que ayer admitiera las dimisiones de los obispos de Chillán y San Felipe, Carlos Pellegrín Barrera y Cristián Contreras Molina.
Ambos han sido acusados de estar vinculados a casos de abusos sexuales cometidos al interior de la Iglesia Católica. Pellegrín estaría siendo investigado penal y canónicamente por presunto abuso sexual y encubrimiento, mientras que Contreras por eventual encubrimiento.
En mayo pasado el Papa citó a los 34 obispos chilenos al Vaticano y éstos presentaron sus renuncias en bloque tras reconocer que habían cometido "graves errores y omisiones".
Así, se trata del tercer decreto de Francisco tras aceptar la renuncia de los obispos de Rancagua y de Talca el pasado 28 de junio. El 11 de junio aceptó las de los obispos de Osorno, Juan Barros; de Valparaíso, Gonzalo Duarte García de Cortázar, y de Puerto Montt, Cristián Caro Cordero, estos dos últimos mayores de 75 años.
El Vaticano también informó que Francisco nombró como administrador apostólico de San Bartolomé de Chillán a Sergio Pérez de Arce Arriagada, hasta ahora rector de la iglesia de los Sagrados Corazones de Valparaíso, y en San Felipe a Jaime Ortiz de Lazcano Piquer, hasta ahora vicario judicial del Tribunal Eclesiástico de Santiago.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, destacó que los dos son religiosos vinculados a la prevención de abusos en la Iglesia.
Subrayó además que, según el Papa, la "solución" a los "graves problemas" de abusos sexuales no pasa sólo por la destitución de obispos, sino "por que se cambie el eje central de cuál es el sentido y la misión de la Iglesia".
Posible acción legal
Tras conocer la determinación del Papa, Pellegrín pidió perdón por todas las veces en las que no estuvo "a la altura que requiere mi responsabilidad como pastor" y no descartó acciones legales contra quienes lo han denunciado, negando esas acusaciones.
Consultado si considera que las acusaciones en su contra habrían influido sobre la decisión papal, Pellegrín afirmó que "me imagino que sí (...), aunque no se conozca la naturaleza de aquella acusación".
"Yo asumo la responsabilidad que me corresponde, pero con la conciencia muy limpia de que jamás he encubierto ni ha habido una intención de ocultar situaciones que nos ensucian y que son de pecado, no solo de delito", enfatizó.
Sobre la investigación que lleva adelante el Ministerio Público, el obispo emérito de Chillán dijo que colaborará con la justicia, y que se "imagina" que será citado a declarar. Sin embargo, no descartó presentar acciones legales contra quienes "injustamente me han denunciado (...). Por el momento me reservo el derecho no solo a apelar, sino que, sobre todo, a denunciar. Creo que la justicia tiene que ir para los dos lados, es necesaria la justicia total".
Denunciantes celebran
El denunciante del caso Karadima, el periodista Juan Carlos Cruz, manifestó a través de sus redes sociales su "alegría" por la decisión del Papa y calificó al episcopado chileno como una "banda de delincuentes".
"El obispo Pellegrín de Chillán y el obispo Contreras Molina de San Felipe echados y a su casa. Ahora a responder ante la justicia por abuso y encubrimiento!", manifestó.
Por su parte, Jaime Concha, denunciante del caso maristas, comentó que ahora hay "dos obispos corruptos menos" y llamó a otras víctimas a seguir denunciando.
"Me reservo el derecho de tomar las acciones legales necesarias contra muchos que me han injuriado".
Carlos Pellegrín, Obispo emérito de Chillán."
Ezzati pide sobreseimiento
La defensa del cardenal Ricardo Ezzati solicitó el "sobreseimiento definitivo" por el presunto encubrimiento de casos de abusos sexuales sucedidos en la Iglesia Católica , informó ayer el Arzobispado de Santiago. El arzobispo de Santiago, está imputado como presunto encubridor de los presuntos abusos cometidos por el excanciller del Arzobispado Óscar Muñoz. Ésta último ayer abandonó la cárcel de Rancagua donde cumplía prisión preventiva desde el 13 de julio, tras ser formalizado por delitos sexuales contra varios menores. Esto luego de que la Corte de Apelaciones de Rancagua revocara la medida cautelar de prisión preventiva y decretara su arresto domiciliario nocturno.