Después de 175 años, recién cumplidos el 21 de septiembre, la célebre Goleta Ancud continúa su indómita e inmortal navegación a través de la memoria histórica sur austral de nuestro territorio. Bajel, en el que, hace casi dos centurias, un puñado de heroicos chilotes navegó hasta los confines patagónicos, para anexar a Chile las posesiones magallánicas.
En el archipiélago de Chiloé, nuestros vecinos isleños conmemoraron el acontecimiento como Dios manda. Con una ceremonia en el Museo Regional de Ancud, donde destaca una réplica de la noble embarcación, y la cantata a la goleta, por el Club de Cueca San Carlos, en el Teatro Municipal.
Fueron instantes en que refulgió la señera hazaña marítima, protagonizada hace 175 años por la pequeña goleta "Ancud" y sus 23 valerosos e intrépidos tripulantes, entre ellos dos valientes mujeres chilotas. Fue una riesgosa y sacrificada navegación de cuatro meses hasta el Estrecho de Magallanes, donde consolidaron soberanía nacional en una magnífica proeza que hoy a todos enorgullece. Y que significó posesionarse de más de un millón de Km. cuadrados.
Cabe consignar que una de las narraciones más impresionantes y certeras de aquel suceso, es la obra "Travesía Infernal", del escritor y dramaturgo Manuel Gallegos Abarca, radicado muchos años entre nosotros los sureños. Un aporte cultural de gran valía en la difusión escolar de este épico episodio en la historia del austro chileno. Y que algunos planteles educacionales puertomontinos han destacado en esa calidad, como el Liceo Técnico Profesional Agrícola Marítimo "Bosque Nativo" de este puerto.
En este nuevo aniversario, tanto en Ancud como en Punta Arenas, se mantienen vigentes los esfuerzos por materializar el antiguo proyecto de construcción de sendos monumentos que perpetúen la gratitud y admiración chilena hacia la Goleta Ancud y sus bravíos navegantes.
Es oportuno recordar también al sacerdote y periodista Abel Macías, quien fuese el gran artífice en el resguardo de la evocación de la Goleta Ancud.