Irán culpa a los separatistas árabes del atentado en desfile y clama venganza
TERRORISMO. Teherán señaló también a Estados Unidos. "Irán no dejará este derramamiento de sangre sin respuesta", aseguró Rohaní.
Las autoridades iraníes aseguraron ayer que el mortífero atentado perpetrado el sábado en la ciudad de Ahvaz fue obra de un movimiento separatista árabe apoyado por Arabia Saudí, y advirtieron que esta masacre no quedará sin respuesta.
Descartando la reivindicación del grupo yihadista Estado Islámico (EI) del atentado perpetrado durante un desfile militar, que causó 25 muertos y 60 heridos, Teherán se centró en acusar a los países rivales regionales, que considera patrocinan al movimiento Alahvazié, y en responsabilizar de forma más o menos directa a Estados Unidos y otros países occidentales.
"Conocemos a sus autores e instructores y, sin lugar a dudas, Irán no dejará este derramamiento de sangre sin respuesta", aseguró el Presidente iraní, Hasan Rohaní, quien subrayó que para Teherán su identidad es "completamente clara".
Según Rohaní, en la guerra entre Irán e Irak (1980-1988) ese grupo separatista estuvo vinculado con el régimen iraquí de Sadam Husein y, con la muerte del dictador, cambió "de amos y un país del golfo Pérsico se hizo cargo de sus asuntos financieros, armamentísticos y políticos".
En ningún momento las autoridades han dado validez a la reivindicación del EI, cuya agencia de propaganda Amaq se equivocó inicialmente al citar el lugar del ataque, señalando que el Presidente asistía al desfile, cuando Rohaní se encontraba en la parada militar de Teherán.
Respecto a los instigadores, el Presidente denunció, además, que esos "pequeños países mercenarios de la región" reciben el respaldo de EE.UU., al que acusó de ofrecer a esas naciones las condiciones necesarias para cometer crímenes.
Más culpables
EE.UU. no ha sido, sin embargo, la única diana de las críticas iraníes. El Ministerio de Exteriores iraní convocó el sábado a los embajadores de Holanda y Dinamarca en protesta por la presencia en esos países de algunos miembros de Alahvazié.
También convocó al encargado de negocios británico al considerar inaceptable que el vocero del grupo separatista asumiera la autoría del ataque, perpetrado durante un desfile militar, a través de una cadena de televisión con sede en Londres, Iran International.
Alahvazié, cuyo nombre formal es Movimiento de Lucha Árabe para la Liberación de Ahvaz, que busca el derrocamiento del régimen islámico de Irán y la liberación de las zonas de mayoría árabe del país, llevó a cabo en el pasado otros ataques.
Otro grupo separatista árabe, el Frente Popular Democrático Ahvazí, se desvinculó por su parte de la masacre y acusó en un comunicado a las autoridades de Irán de "crear este tipo de ataques" para justificar su apoyo a milicias regionales.
Desde Arabia Saudí no ha habido ninguna reacción al atentado, mientras que desde Emiratos Árabes Unidos, un asesor político del Gobierno emiratí, Abduljaleq Abdulah, tuiteó que "un ataque militar contra un objetivo militar no es un acto terrorista" y que "el traslado de la lucha al interior de Irán (..) aumentará".
Por ello, el Ministerio iraní de Exteriores convocó ayer al encargado de negocios emiratí y le advirtió de que "un apoyo claro a los actos terroristas por parte de personas afiliadas a los centros oficiales emiratíes es responsabilidad del Gobierno".
Respuesta militar
A las advertencias de los responsables gubernamentales, se sumaron también ayer las amenazas más directas de las Fuerzas Armadas y de los Guardianes de la Revolución, blancos del atentado de Ahvaz.
Los Guardianes auguraron "una venganza mortal e inolvidable en un futuro próximo" a los autores del ataque, y aseguraron que no escatimarán esfuerzos "para perseguir y castigar a los criminales en la geografía de la región y más allá".
Este cuerpo de elite acusó también del atentado a "los crueles mercenarios de la arrogancia global (EE.UU.) y la región", en especial al "triángulo occidental, sionista y árabe".
De igual modo, el jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohamad Hosein Baqerí, denunció que los extremistas "disfrutan del apoyo financiero de algunos países regionales", en alusión a Arabia Saudí y otras naciones del golfo Pérsico.
Baqerí prometió que las Fuerzas Armadas perseguirán "en cualquier parte del mundo" a los terroristas y les darán "una respuesta aplastante.
Desde los sectores más conservadores de Irán, espolean esta opción. El periódico de esta corriente Keyhan publicó ayer que "la gente valiente de Irán espera que los gobernadores saudíes prueben la dura paliza de la República Islámica".
EE.UU. rechaza acusaciones
La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, rechazó ayer las acusaciones de Irán sobre la implicación de Washington en el ataque. "Tiene al pueblo iraní protestando, cada puñado de dinero que entra en Irán va a su Ejército, ha oprimido a su pueblo por un largo tiempo y necesita mirar a su propia base para descubrir de dónde viene eso", dijo en CNN, aludiendo al Presidente Hasan Rohaní. "Puede culparnos de todo lo que quiera. Lo que tiene que hacer es mirarse al espejo", agregó Haley.