Alto costo de permisos y mal tiempo impidieron las ganancias en ramadas
CIERRE. Cuatro de las siete fondas que funcionaron para Fiestas Patrias abrieron el "18 chico", pero ayer sólo funcionaron tres, las que cerraron antes de la hora por falta de asistentes.
Acongojados cerraron ayer las últimas ramadas en la Costanera, tras la larga semana de celebración de Fiestas Patrias. El balance aseguran no fue bueno.
Contaron que en realidad, lo malo, a pesar de tanta lluvia, estuvo en el "18 chico", pues los permisos no le dieron para salvar sus ganancias.
De las siete ramadas cuatro regresaron este fin de semana, según comentó la presidenta del Sindicato de Fonderos, Jaqueline Leviante, quien reconoce que no estaban las condiciones para haber seguido. "Yo abrí nada más porque soy la presidenta del gremio", sostuvo, explicando que a petición de los kioscos que necesitaban salvarse de sus inversiones, "me pidieron que sigamos porque de lo contrario, sin ramadas, la gente no llegaría a comprar a un kiosco".
El tema afirmó la dirigenta fue que la autorización para funcionar y los impuestos del SII se elevaron mucho.
Recordó que el permiso para funcionar fue desde las 19 horas del viernes 21 y por la lluvia hubo escaso movimiento."El sábado estuvo abierto todo el día y ayer la autorización fue hasta las 16 horas, es decir un día y dos medias jornadas", contaron.
En la mañana de ayer prácticamente no llegó nadie, a excepción de un par de amigos (de 3 a 6 personas) que llegaron a refrescarse con algunas cervezas.
Las ventas estuvieron pésimas para algunos.
En el rincón de Sergio, este 18 chico, estuvo con mucha lluvia, "fue una mala experiencia desde el mismo 14 por eso pedimos 18 chico, "pero no nos salvamos ya que en permiso, impuesto y luz nos llevó todas las ganancias, dijo Edita Hidalgo.
La molestia fue el alto costo que pagaron al municipio que desde el mismo 14 tuvieron que pagar más de un millón de pesos. Para el 18 chico sólo el permiso le significó 290 mil pesos.
Lo bueno fue que pudo sacar sus empanadas y anticuchos que vendió todo. También vendió cerveza, "pero el resto quedó todo, no se vendió nada" dice angustiada Edita.
Pidieron seguir el fin de semana por lo mal que había estado, "ahí la autoridad debería haber rebajado a lo menos deberían haber dado un día gratis, porque hoy vamos ya vamos a cerrar y no llega nadie".
Jaqueline no se queja porque también vendió todo los comestibles, pero hubo gente que no vendió, por lo que esperan reunirse con el director de Impuestos Internos para pedir una rebaja de impuestos. Los valores fueron distintos ya que hay quienes tuvieron dos sitios para el funcionamiento de una ramada.