El Médico Veterinario
Cada mes de octubre, un día 7, los médicos veterinarios de Chile hacemos un alto en nuestras actividades para reflexionar acerca de nuestra profesión y la importancia de ella en el desarrollo económico, social, pero especialmente sanitario de nuestro país. Mundialmente ya son 257 años que se celebran.
El rol que cumple actualmente el Médico Veterinario es muy diferente al que ejercían los "Albeitar" hace muchos años, precursores de nuestra profesión: antiguamente preocupados de las bestias, de los animales de guerra y las faenas campestres. Actualmente, estamos insertos en una red de información globalizada que nos permite desarrollarnos en casi cualquier área como la salud pública, vigilancia y calidad de los alimentos, producción de alimentos para uso humano y animal, zoonosis, producción animal, protección del medio ambiente, comercio internacional, docencia e investigación, medicina y clínica, medicina holística y regenerativa, turismo rural, emprendimientos personales y decenas de otras tantas áreas, todas siempre relacionadas con el "Desarrollo Económico, Social y Sanitario" de nuestro país, donde la salud pública es vital.
En nuestra región es innegable el rol que ha tenido, nuestra profesión en el desarrollo de la industria acuícola-salmonera, durante los últimos 30 años, además de su directa participación en todas las áreas productivas propias y tradicionales, como lo son la producción de leche y carne, además de la atención clínica de animales de compañía de todo tipo y por supuesto, la cada vez más creciente atención de especies silvestres y exóticas.
En la UST, conscientes de esta problemática, nos preocupamos de formar profesionales que aparte de las competencias propias de la carrera, tienen como objetivo la salud, calidad de vida y la producción sustentable de los animales, en función del hombre. De esta forma, incentivamos permanentemente a nuestros estudiantes a generar sus propios espacios de desarrollo, intereses y proyecciones profesionales, de manera de definir, analizar, comprender y resolver en forma conjunta problemas en los campos de salud, bienestar y producción de especies animales, como también en la protección de la salud pública, en la calidad de los alimentos de origen animal y en la preservación del medio ambiente.
VÍCTOR ALVARADO LACRAMPE. Médico Veterinario, MV, Dr. med vet. Director de Carrera Medicina Veterinaria Universidad Santo Tomás Sede Puerto Montt.
Sobre festival de cine
En el lapso de poco más de un siglo, el cine ha experimentado un desarrollo y expansión considerables, transformándose en una potente herramienta de comunicación social, capaz de ennoblecer y elevar a una sociedad, o simplemente someterla a fin de idiotizarla y destruirla.
Es en este último punto donde quisiera focalizar mi argumentación, toda vez que, como vecino de Puerto Montt, veo con preocupación el hecho de que nuestras autoridades municipales se sometan, una vez más, a los dictámenes del Movilh para, en esta oportunidad, realizar un Festival de Cine Lésbico, Gay, Bi, Trans e Intersexual, nada menos que en nuestra capital regional.
Hay que recordar que la comuna de Puerto Montt tiene uno de los mayores índices de VIH, y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) del país, las cuales estarían afectando principalmente a los jóvenes.
Esta situación tiene, entre otras causas, el liberalismo sexual desenfrenado; el cual es promovido por grupos de liberación sexual, como el Movilh, con quienes el alcalde Gervoy Paredes parece haber entrado en plena sintonía. Lo anterior, tal vez, para hacer de nuestra capital regional la "Capital del Turismo Gay" de la Patagonia, con el costo social y humano que esto tendría.
Por lo tanto, apoyar con platas públicas, y de todos los chilenos, este Festival de Cine Gay es justamente lo que no se necesita en Puerto Montt, toda vez que va en la dirección contraria a todo lo que significa el bien común y el respeto por nuestra cultura, que en su mayoría esta constituida por personas con principios cristianos que aman los principios, la paz, el trabajo y la decencia.
JONATHAN DÍAZ AGUILERA.
Democracia no es un juego
Escuchando a Maduro en su discurso en la Asamblea General de la ONU, no me pude imaginar otra cosa que un niño jugando un videojuego sentado frente a un televisor. Ese niño puede estar horas, días, meses, años jugando al mismo juego sin dejar que alguien más lo haga. Lo único que hará será ir a comer, por ejemplo, a Turquía, y volverá a jugar sin pensarlo dos veces. El juego puede ser de lo peor que existe en el mundo, como una dictadura, pero al niño no le importará y adivine que seguirá jugando sin darse cuenta de los hechos que suceden a su alrededor.
La democracia no es un juego, simplemente es o no es y claramente en Venezuela no existe tal.
TOMÁS HENNIGS DÍAZ.