Listos siempre; desprevenidos nunca
Positiva participación ciudadana, tuvo el simulacro preventivo de desastre sísmico y errores registrados deberán superarse.
Toda iniciativa y acción preventiva que se concrete, destinada a asegurar la vida de las personas, frente a cualquier desastre dañino, cualquiera sea su naturaleza, amerita el digno reconocimiento ciudadano y el respaldo necesario, para mantenerse en el tiempo e irse perfeccionando cada vez más como un sistema de indispensable contribución ante cualquier emergencia. Y, sobre todo, asumiéndose como un estilo de conducta social propio de las poblaciones expuestas a desajustes de la naturaleza, como los que -históricamente- campean en nuestra zona y a través del territorio.
Fiel expresión de ese comportamiento proactivo, que insta a estar siempre preparados frente a toda clase de siniestros, ha sido el reciente simulacro sísmico y de maremoto, organizado por el Gobierno Regional. Operativo, que en el centro de Puerto Montt movilizó alrededor de 27 mil personas hacia la segunda terraza y que en las comunas costeras de la región puso en marcha de protección a unos 100 mil habitantes. Masiva participación, superior a pasados ejercicios, que satisfizo a las autoridades.
Sin embargo, al bien inspirado proceso -por lo que se pudo registrar- le falta bastante para alcanzar la eficiencia que garantice los anhelados resultados de seguridad pública en caso de alguna calamidad. Los principales reclamos de la gente -según las entrevistas en terreno de El Llanquihue- versan sobre la carencia de suficiente y adecuada señalética en las calles, indicando donde encontrar los lugares protegidos y cómo llegar a ellos; la falta de información previa, anunciando el ensayo, a través de distintos medios comunicacionales, incluyendo panfletos y avisos parlantes; la descoordinación con la dinámica del tránsito, que siguió funcionando y entorpeció la fluidez del desplazamiento de la gente que huía del peligro; la existencia de locales que cerraron, pero que mantuvieron público en su interior, entre otros desaciertos que a futuro deberán superarse, como falta de coordinadores.
Siempre se critica la carencia de prevención. Ahora que la hay, participar y colaborar es el punto.