"Es muy importante tener la posibilidad de mostrar versatilidad actoral"
Un gran presente televisivo es el que tiene el osornino Álvaro Gómez, actor de la exitosa teleserie nocturna de Canal 13 "Pacto de sangre".
De visita en Osorno, para participar en una actividad del Colegio San Mateo, relajado, se refirió a los avatares de la serie que cautiva a la audiencia nacional y de su personaje, el recto Feliciano Fernández.
-¿Cómo evalúa el resultado que ha tenido la teleserie?
-Le ha ido muy bien y en cuanto a la recepción de la gente ha sido increíble. Todo Chile la está viendo y me llegan comentarios de todos lados.
Yo mismo me puse a ver un capítulo y, lo que no me había pasado, me quedé enganchado. Los he visto todos y eso no me había pasado con ningún trabajo que estuviera haciendo. El interés del espectador no decae y eso me llama mucho la atención.
-¿Qué destaca del guión de la teleserie?
-Tiene un formato como de serie, donde cada capítulo tiene un punto muy álgido y, de alguna manera, en cada uno se cierra algo.
Eso la hace ser muy atractiva, es trendic topic todos los días y está muy bien evaluada por la crítica, la prensa escrita especialmente.
Ya está nominada para el Copihue de Oro y no lleva ni un mes al aire. Yo creo que los resultados han sido muy positivos.
-¿Esperaban una respuesta del público tan buena?
-Había una corazonada. Siempre existieron las expectativas que como equipo eran altas y los resultados responden un poco a eso.
Desde el día que nos enfrentamos al texto para leerlo y analizarlo en los trabajos de mesa, ya había un encantamiento especial con la lectura. Uno como actor, cuando se somete a ese trabajo, ya puede hacerse una idea de lo que se verá en la pantalla.
Además, estamos trabajando con un equipo muy bueno y gente muy potente en la dirección.
-¿Cuál cree que ha sido la clave para su éxito?
-Creo que es una conjunción, especialmente del guión y la adaptación.
También hay puntos muy positivos como la estética de la serie, hay algunos juegos de cámara y tomas que se escapan de la realidad habitual de la teleserie chilena. Son más cinematográficas, se juega mucho con la Go-pro o una cámara dentro del refrigerador que va a la cara del actor. Todo ese tipo de guiños encantan a un público que está muy pendiente de cosas distintas en la televisión y con otros formatos.
Por otro lado, la historia que corre muy bien y las actuaciones que están en un nivel muy alto.
-La trama está cada vez más compleja...
-Y se va a seguir poniendo más compleja. Uno está acostumbrado a teleseries que parten muy fuerte, luego decaen un poco para repuntar luego. Aquí, hasta el momento, no siento que haya decaído.
Personaje
-¿Cómo ha sido interpretar a su personaje?
-Estoy contento con Feliciano, porque para mí es muy importante tener la posibilidad de mostrar versatilidad actoral, lo que puedo llegar a entregar en términos actorales e interpretativos. Entonces, se transforma en un desafío relativamente nuevo, porque no estoy muy acostumbrado a ser el bueno o el "héroe".
-¿Cómo definiría a Feliciano?
-Se rige por la ley, está muy ceñido a la moral y a la ética, y persigue la verdad por sobre todas las cosas para hacer justicia. Está absolutamente desvinculado de la parte más truculenta de la teleserie y eso es súper atractivo.
Además, hacer de policía y andar con la pistola hace que uno caiga en la caracterización inmediatamente.
Es un personaje entretenido de hacer, de levantarse para ir al canal. Lo estoy haciendo feliz, porque me gusta mucho lo que está sucediendo.
-¿Qué se puede esperar para Feliciano en la búsqueda de la joven extraviada?
-Se puede esperar constancia. Ya le prometió a Carmen (Tamara Acosta) que va a encontrar al verdadero asesino de la chica y a ocupar todas las herramientas que estén a su alcance para poder hacerlo.
Eso es lo que puedo adelantar, y que se vienen unos giros que son maravillosos cerca del capítulo 40, donde hay cosas que están muy buenas. Creo que ahora estamos viendo el número 20.
-¿Y qué pasa con el corazón de Feliciano?
-Por ahí también empieza a latir el corazoncito de Feliciano y se empieza a enganchar un poco de un personaje.
Lo tiene muy escondido detrás de telarañas, porque está un poco dañado y quizá un poco maltratado por la vida. Entonces, el tipo tiene que tomar resguardos de muchas situaciones, pero él también siente.
"Tiene un formato como de serie, donde cada capítulo tiene un punto muy álgido y, de alguna manera, en cada uno se cierra algo"."