Fiscalía saudí confirma que Jamal Khashoggi fue drogado y desmembrado
RYAD. Pide pena de muerte para cinco personas y eximió al príncipe heredero.
El fiscal general de Arabia Saudita, Saud al Moyeb, anunció ayer que pidió la pena de muerte para cinco personas acusadas del asesinato, en el consulado saudí en Turquía, del periodista Jamal Khashoggi y que presentó cargos contra otros seis. Al mismo tiempo, aseguró que el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, no estaba al tanto del crimen.
El fiscal acusó al subdirector de los servicios secretos del reino, Ahmad Asiry, de organizar la operación, que tenía como objetivo "devolver" a Khashoggi a Arabia Saudita, y aseguró que la orden del asesinato partió del jefe de la delegación enviada a Turquía, cuyo nombre no mencionó.
Al Moyeb dijo en una conferencia de prensa que el príncipe se enteró del caso a través de los "informes falsos" que le presentaron los agentes responsables de la operación y "por los medios de comunicación".
Asimismo, aseguró que la operación fue organizada con informaciones facilitadas por un "exconsultor", que acusó a Khashoggi de tener "relaciones con organizaciones extranjeras enemigas del reino".
El fiscal aseguró que los cinco acusados de asesinar al periodista confesaron que lo drogaron y que, tras su muerte, lo descuartizaron. Al Moyeb ratificó la teoría que ya expresó hace unas semanas, al explicar que se produjo una "pelea" entre los agentes y Khashoggi en el consulado.
El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, dijo que las explicaciones de Riad son "insatisfactorias".
Sanciones de ee.uu.
Por otro lado, el Gobierno de EE.UU. sancionó a 17 saudíes relacionados con el crimen, incluyendo a Saud al Qahtani, uno de los principales asesores del príncipe heredero Mohamed bin Salman.
El Departamento del Tesoro estadounidense aseguró, en un comunicado, que todos los sancionados "formaron parte de los planes y la ejecución" de la operación. Entre los castigados también está el cónsul general de Arabia Saudita en Estambul, Mohamed Alotaibi.