Una tradicional oportunidad -para practicar de hecho esa solidaridad con los desvalidos que tanto admiramos y valorizamos- se presenta a todos hoy 17 mismo, con motivo de la Cena de Pan y Vino, programada a las 20 horas, que congrega en el Colegio San Francisco Javier a todos los puertomontinos y avecindados de buen corazón, que deseen brindar su ayuda a los más pobres y desamparados que se refugian bajo el manto de amor y protección de la filial del Hogar de Cristo.
El capellán de esta noble institución en Puerto Montt, sacerdote jesuita Eduardo Tampe, ha recalcado, a propósito, que la ocasión es más que propicia para que los porteños demostremos lo mucho que apreciamos el inmenso aporte social que hace aquí la entidad, al preocuparse de la gente más desvalida y de todas las edades. Particularmente, es una opción para materializar en algo concreto lo mucho que consideramos y respetamos la obra humanitaria de la Hospedería o casa de acogida que se levanta en calle Chorrillos, cual luminoso faro de humanitaria caridad.
La Cena de Pan y Vino de esta noche, junto con abrirse a los aportes ciudadanos a la generosa causa por los más desamparados, permite a los congregados en el evento participar en los atractivos sorteos y bingos preparados para la ocasión, incluyendo la exquisita acostumbrada merienda. Además de disfrutar de alegres momentos con artistas nacionales, presentados por animadores de prestigio como Carola de Moras y Yann Yvin.
San Alberto Hurtado, al fundar el Hogar de Cristo, enfatizó que así nacía "una gran red de obras de ayuda a los necesitados; un gigantesco lugar de encuentro de ricos y pobres en el servicio de Cristo. No tan sólo una colaboración a los desvalidos, sino también una manera efectiva de entusiasmar a los que tienen generosidad, ideas, tiempo para dar, sonrisas para alegrar y bienes de fortuna para aliviar las necesidades de tanta gente".
Ese mismo espíritu de grandeza humana resplandece hoy en la Hospedería y acompañará la Cena de Pan y Vino. Ya lo verán.