Acusado de matar a su madre arriesga perpetua calificada
JUICIO ORAL. Parricidio ocurrió en enero de 2017. Imputado, quien estuvo un año en libertad, alega inocencia y defensora se refiere a las enfermedades de la víctima.
La pena de presidio perpetuo calificado (40 años de presidio efectivo antes de poder pedir beneficios), fue lo planteado por el Ministerio Público en el caso del parricidio de una conocida vecina de la población Libertad de Puerto Montt, quien fue asesinada el domingo 15 de enero de 2017 en su domicilio de calle Avelino Bravo.
El juicio oral partió ayer y se espera la declaración de 32 testigos y siete peritos.
La víctima es Sonia Mónica Riquelme Alvarado (69 años), quien había sido dirigenta social del sector. El acusado por el crimen es su hijo Mario Hipólito Mañao Riquelme, quien permanece en la actualidad en prisión preventiva, pero que estuvo en libertad con otras medidas cautelares durante un año. La medida dispuesta en esa oportunidad por el Juzgado de Garantía, incluso fue ratificada por la Corte de Apelaciones.
Después, la Fiscalía nuevamente pidió su prisión preventiva y fue revertida la medida cautelar, volviendo al penal de Alto Bonito.
Cachetadas
Las magistradas del Tribunal Oral en lo Penal (TOP), Rosario Cárdenas, Patricia Miranda e Isabel Velásquez, escucharon con atención los relatos de apertura del fiscal Patricio Llancamán y la defensora penal pública, Milena Galleguillos.
El acusado declaró en el primer día de juicio. Indicó que el día que ocurrieron los hechos estaba junto a su mamá en su dormitorio, mientras ella dormía. "Escuche sonidos entre dormido cuando se estaba ahogando. Al ver que estaba vomitando sangre le observé una lesión en el rostro", y agrega que además le pegó unas "cachetadas" para que reaccionara. Agregó en su declaración que la reanimó, maniobras que posteriormente continúo realizando Carabineros, pero no sobre la cama, sino que la tomaron y la dejaron en el suelo del dormitorio y después la llevaron a la cocina.
Lesiones
La abogada Milena Galleguillos, jefa de la Defensoría local y quien representa a Mario Mañao, dijo que durante todo el período de investigación fueron planteadas las dudas respecto a la participación del acusado en estos hechos.
"Efectivamente, en el alegato de apertura señalé a los jueces que la víctima padecía una serie de patologías que pudiesen haber ocasionado su muerte. La autopsia habla de un traumatismo encéfalo craneano, pero de la prueba y el análisis que se verá en el juicio, claramente, no existen los elementos contundentes con que se hubiese provocado la lesión a la víctima", describe.
De acuerdo a la abogada, no hay mayores antecedentes en la causa que den cuenta de la participación de su representado en las lesiones que ella tuvo (Sonia Riquelme).
Tampoco hay testigos presenciales del hecho, más que la declaración de Mario Mañao. "Da cuenta de una descompensación de su madre y hoy (ayer) en su declaración señaló que efectivamente él no estuvo en el momento que ella quedó sola en la casa".
"Cuando él ingresa al domicilio, ella estaba recostada en el dormitorio. Duermen un rato, ve que despierta convulsionando con vómitos y sangre. Al momento de ayudarla, él queda con sangre en sus manos. Hay testigos que estaban bebiendo alcohol en la casa trasera, quienes lo sindican como quien la había agredido. Producto de ello -que fue lo que alegué en el alegato de apertura-, se produce una seguidilla de hechos que llevan a tener a don Mario en prisión preventiva", detalló la abogada.
Patologías
El fiscal Patricio Llancamán dijo que la gran cantidad de antecedentes reunidos en la causa permitieron realizar la acusación por parricidio: "Nosotros hemos calificado este hecho como un delito de parricidio y dada las circunstancias de responsabilidad penal que concurren, hemos requerido el presidio perpetuo calificado, por cuanto entendemos que es la sanción que se ajusta al mérito de las conductas ejecutadas por el acusado".
Llancamán explicó que durante el desarrollo del proceso investigativo, se planteó la hipótesis de la enfermedad de la víctima, que se abordó e investigó acuciosamente, "y se recogieron versiones de los múltiples médicos que atendieron a la víctima durante su última etapa de vida. Claramente esas patologías que ella sufría no dicen relación con el cúmulo de lesiones que ella tenía al momento de descubrirse lo que había ocurrido al interior del domicilio de ella, donde vivía con el imputado".
Para el fiscal, estas lesiones múltiples que mantenía en rostro y otras partes del cuerpo "e incluso con rasgos de fractura a nivel craneal, a nuestro entender, dan cuenta de agresiones propinadas contra la víctima, lo que es corroborado por los médicos. Las lesiones no tienen relación con el cuadro médico diagnosticado", aseguró el persecutor.