Generosidad de Fleteros Marítimos de Puntilla Tenglo emociona a migrantes
ESPERANZA. Fue un día perfecto de principio a fin. La familias extranjeras navegaron por más de una hora alrededor de Isla Tenglo, recibieron canastas familiares y regalos para niños y niñas.
Un cielo tan claro y puro, se reflejó en los rostros de niños que navegaron por la Bahía de Puerto Montt. Muchos de ellos, nunca habían subido a un bote y por eso fue el regalo de Navidad perfecto para 15 familias migrantes provenientes de Venezuela, Colombia y Haití.
Fue una jornada de hermandad entre chilenos y extranjeros, que pese a ser diferentes en cultura, lengua y tono de piel, estaban más unidos que nunca en un solo sentir.
"Todos tenemos derecho a vivir una navidad digna, con amor y esperanza", así exclamó con lágrimas en sus ojos, Claudio Cerón, coordinador y vocero del Sindicato de Fleteros Marítimos de Puntilla Tenglo al momento de dar el vamos a la iniciativa generosa , organizada por boteros, familiares y vecinos del sector.
De dulce y agraz
20 días en la ciudad, lleva Rosa Romero, oriunda del Estado Táchira de Venezuela, quien viajó junto a sus hijas Krishna y Roxana, por la situación crítica de su nación. "En mi país quedó la vida. Es como que te arranquen de tu hogar y te pongan en un lugar desconocido. Por eso estamos muy agradecidos por este momento con el pueblo chileno que nos ha acogido, especialmente por mis hijas que han vivido momentos difíciles, no tienen amigos aquí y se sienten solas", expresó muy afectada la madre.
La joven haitiana Camolle Stfleur que arribó en el puerto hace un poco más de un año, abría con curiosidad sus regalos que con mucho esfuerzo reunieron los habitantes de Puntilla Tenglo. "Todo ha sido muy precioso, el paseo y los obsequios pensados en mi pequeña chilena que nacerá el 7 de enero", afirmó Stfleur que aunque no dominaba muy bien el español, podía transmitir su alegría con una gran sonrisa.
Isabel Mejías de Colombia, muy conmovida entregó unas palabras de gratitud y expuso su realidad. "Es muy gratificante y chévere porque son personas que no son de la familia y se preocupan de dar un día de felicidad a nuestros niños", destacó la madre que viajó hace un año y ocho meses con sus tres hijos de 16, 13 y 2 años.
"En Colombia quedaron mis padres, hermanas que están reunidos compartiendo y uno acá está muy sola. Por eso, todos los migrantes y chilenos en esta oportunidad son como mi familia", enfatizó Mejías que se trasladó hasta Chile para conseguir más rápido los medicamentos para su hijo mayor que sufre de epilepsia y una enfermedad mental severa.
Suley Albornoz de Venezuela, que hace dos meses pisó suelo chileno, se mostró muy fascinada por el viaje alrededor de la Isla Tenglo. "Es bonito que nos den esta bienvenida y más en estas fechas especiales que son diferentes para nosotros porque estamos lejos de nuestras raíces", destacó Albornoz.
Amor sin condición
Cerón que fue uno de los gestores de esta loable jornada resaltó el esfuerzo que realizó la comunidad para sacar adelante esta noble misión. "Esto fue hecho a puro ñeque. Nos llevó mucho trabajo, el cual comenzó el 9 de diciembre con el show artístico, donde juntamos mercadería y juguetes para los niños que fueron entregados en esta instancia", describió Cerón.
Aseveró que la meta se cumplió a cabalidad. "Al ver a los niños felices quedamos más que satisfechos. Si bien tenemos un trabajo a diario para llevar el sustento a nuestros hogares, en los ratos libres realizamos este tipo de actividades como fleteros marítimos".
Enfatizó que "son niños que muchas veces se les discrimina pero acá los recibimos con los brazos abiertos".
El Club Deportivo San Pedro, también colaboró en la cruzada.
Su tesorera, Rosa Alvarado, explicó lo gratificante de la jornada. "Ha sido fortalecedor y enriquecedor. Tengo mucha empatía con ellos porque a muchos no les alcanza para dar regalos o una cena de navidad o de año nuevo", reflexionó.