Jocelyn Vargas Álvarez
Era de amanecida y se sentía en el ambiente el nerviosismo y la ansiedad por salir de la Base chilena Julio Escudero. Mientras afuera, el manto blanco llamaba a los visitantes a vivir miles de aventuras.
Catalina Carrasco y Rubén Yáñez, junto a su profesor José Santana, instados por la curiosidad, se prepararon rápidamente con su equipo de exploración para recorrer sin descanso el maravilloso territorio antártico.
Como verdaderos Indiana Jones, la comitiva del Liceo Técnico Bosque Nativo de Puerto Montt se unió junto a los representantes de otros colegios chilenos y del Joint Antartic School Expedition (Jase) de Estados Unidos, para empaparse de la actividad científica de la zona y además descubrir la flora y fauna de la Isla Rey Jorge.
Como NIÑOS
El frío no era impedimento para que Yáñez pudiera divisar con atención y desde muy cerca las especies del lugar.
"Visitamos la Pingüinera de Isla Ardley, en la Bahía Fildes, donde conocimos 3 especies de pingüinos, que fueron el Papúa, Barbijo y Adelia. Luego visitamos una playa en la que habían elefantes marino, focas de Weddell y aves características de la antártica", detalló el estudiante de tercer año medio, oriundo de la ciudad de las aguas azules.
Su compañera, también se mantenía muy expectante de cual sería el destino durante los cuatro días de expedición en el continente blanco.
"Uno de ellos fue visitar otras instalaciones que tienen presencia en la isla, tales como, la Base "Gran Muralla" de China y "Bellinghausen" de Rusia", especificó Carrasco.
El docente de Filosofía y Computación fue uno de los privilegiados en acompañar a sus alumnos y afirmó que se sintió como un niño descubriendo algo nuevo.
Destacó que cuando conoció otras instalaciones, pudo percibir una comunidad muy unida.
"Existe un espíritu de cooperación y colaboración entre todas las nacionalidades que tienen presencia en el lugar. Fuimos recibidos con mucha amabilidad y pudimos interiorizarnos sobre el trabajo que realizan otros países en el territorio. Quienes siguen fieles el Tratado Antártico firmado en 1959 que menciona que: "es interés de toda la humanidad que la Antártica continúe utilizándose siempre exclusivamente para fines pacíficos y que no llegue a ser escenario u objeto de discordia internacional", expuso Santana.
Además, el profesional, describió que tuvieron la oportunidad de observar en terreno algunas de las investigaciones que se están desarrollando relacionadas con el cambio climático, la contaminación de los mares, y los efectos del calentamiento global sobre la acidificación de los océanos.
Él, explicó que "el principal objetivo del viaje fue motivar a los jóvenes a divulgar la actividad científica que se desarrolla en la zona y a comprometerse con el cuidado de este valioso patrimonio, desde la perspectiva de lo que se conoce genera un vínculo y un compromiso".
merecedores
El inicio de este sueño se produjo cuando fueron seleccionados entre 150 proyectos nacionales para participar en la Feria Antártica Escolar (FAE) realizada en Punta Arenas. Actividad en la que fueron ganadores en la categoría de Ciencias Sociales con el proyecto de identidad e igual de género de las personas que habitan y trabajan en el territorio antártico chileno.
La delegación llegó el 8 de diciembre a la base nacional y de se ahí se internó en un espacio desconocido junto a reconocidos investigadores.