El "cambio de sujeto" es una de las herramientas que ha utilizado el Servicio de Impuestos Internos (SII) como apoyo en su labor de fiscalización. Esto emana de la potestad que la Ley le ha otorgado para dictar normas de carácter general para la aplicación y fiscalización de los impuestos. El cambio de sujeto es, en resumidas cuentas, una obligación que impone la Ley o el SII al comprador de ciertos productos, de retener total o parcialmente el IVA asociado a la operación. De esta forma, se impone al comprador la obligación de pagar el IVA retenido al fisco, rompiéndose el esquema tradicional donde el contribuyente-vendedor es quien paga el IVA. Es el comprador quien debe emitir una "factura de compra" por la operación, quedando excepcionado el vendedor de emitir el documento tributario. En virtud de esta potestad, y velando por la recaudación fiscal, a través de los años el SII ha emitido una serie de resoluciones donde disponía la aplicación del "cambio de sujeto" para ciertas actividades económicas (trigo, especies hidrobiológicas, madera, arroz, etc.), tomando en consideración que existen contribuyentes que no pueden o no tienen la suficiente preparación para dar cumplimiento efectivo a su obligación tributaria. No obstante, hemos observado que en algunas oportunidades el contribuyente-vendedor emite facturas de venta cuando en realidad operaba el cambio de sujeto y, en otras, el contribuyente-comprador emite facturas de compra (con retención parcial o total) cuando en realidad era el vendedor quien debía emitir la factura de venta. Aun cuando en ambas situaciones se haya dado cumplimiento a la obligación principal de pagar el impuesto, el hecho de no emitir el documento tributario preciso en la operación ha dado pie para que el SII liquide el impuesto no retenido por el comprador y aplique sanción de clausura del establecimiento por no emisión de documento (artículo 97 N° 10 del Código Tributario). Está vigente la Resolución N°42 y 54 de 2018 que dispone el cambio total del sujeto pasivo de IVA, en caso de ventas y servicios cuando interactúen Agentes Retenedores con Contribuyentes Sujetos a Retención o de Difícil Fiscalización.

Mauricio Pérez Wilson, director ejecutivo de Consultoría Tributaria Zona Sur de EY Chile.

Sin duda, que reconforta y, de alguna forma, también enorgullece, el hecho de que Puerto Montt en el último tiempo logre lugares de preferencia en encuestas y estudios ciudadanos. Como acaba de constatarse en el ranking nacional de las mejores ciudades para vivir, denominado Barómetro Imagen Ciudad 2018, que elaboró la consultora Visión Humana. Y donde nuestro puerto fue cuarto, detrás de Valdivia (primero), Viña del Mar (segundo) y La Serena (tercero). Esta capital regional, -que además fue la tercera escogida para visitar-, aumentó en diez puntos porcentuales en cuanto a la medición de 2017, donde llegó sexta.

Incuestionablemente, se trata de noticias positivas, -especialmente en el ámbito turístico-, para Puerto Montt. Que, sin embargo, no nos deben obnubilar ni darnos por satisfechos con lo alcanzado en cuanto a imagen. Sobre todo, porque quienes somos de acá, en nuestro esfuerzo cotidiano, conocemos mejor que nadie las virtudes y defectos locales. Por lo que estamos plenamente conscientes de lo mucho que hay que seguir trabajando, para obtener el soñado desarrollo y modernización, donde haya mejor vida y felicidad para todos sin excepciones.

No podemos conformarnos con estos agrados, -que además se sustentan en opiniones pasajeras-, si existe tanto por hacer, corregir, mejorar, remodelar, construir. Basten unos cuantos ejemplos, que urgen desde hace bastante tiempo: Desarrollar el borde costero, desde una perspectiva de mayor conciencia marítima, incluyendo en ello el Plan Regulador Comunal. Fortalecer la esencia y prestigio patrimonial de Puerto Montt, haciendo valer, de una vez por todas, el sitio arqueológico más antiguo de América, que es Monte Verde, concentrando sus cientos de invaluables reliquias en un Museo y recreando algunos aspectos de esas civilizaciones pioneras en el mismo lugar del portentoso descubrimiento a 30 kms de nuestra Plaza. Transformar la isla Tenglo en la viga maestra de la renovación turística puertomontina... Y tantas tareas más. Tantas, que no hay espacio siquiera para enumerarlas.