El tránsito y dos obras emblemáticas
Como este año se iniciarán renovaciones de calle Varas y Angelmó, urge estudiar adecuadas medidas de tráfico vehicular.
No hay que olvidar que en el transcurso del presente año que iniciamos, en Puerto Montt se van a desarrollar dos anheladas e importantísimas obras de progreso emblemáticas: la remodelación definitiva de Angelmó, con óptimo acondicionamiento sanitario, ornato y mayor espacio para estacionamientos, entre otros, y la modernización general de la calle Antonio Varas, que es la principal arteria céntrica puertomontina.
Hacemos hincapié en estos dos grandes adelantos locales por iniciarse, no sólo para destacar su trascendencia y prioridad desarrollista, sino que, al mismo tiempo, para hacer notar la necesidad de ir tomando, desde ya, las precauciones e iniciativas que, sobre todo, demandará el funcionamiento del tránsito local, frente a la intervención que se hará en las dos calles más recorridas de este puerto: Antonio Varas y Diego Portales (zona de Angelmó) .
Obviamente, esos trabajos renovadores de ambos lugares obligarán al cierre o suspensión del movimiento vehicular en ellos. Lo que significará realizar importantes modificaciones al sistema de la locomoción en Puerto Montt, para no entorpecer su fluidez ni apremiar e incomodar más un tráfico, como el nuestro, que cada vez se aprecia -con preocupación- más complicado y saturado. No vaya a ser que -como ya ha pasado-, por no ser oportunamente previsores, veamos envuelta a la ciudad y sus automovilistas en un insoluble caos de tránsito.
Por cierto que, en cuanto a las faenas en Varas, la alternativa natural será el desvío por la Avenida Costanera, donde existe ya un intenso movimiento, que se incrementará con esta obligada disposición. Lo que insta a estudiar y resolver -prolijamente- sobre el sistema más adecuado y eficiente. Lo mismo para la obra en Angelmó, que también implicará un cambio en el desplazamiento vehicular.
Todos estamos plenamente conscientes que la rueda del progreso debe continuar avanzando, con el beneplácito y la ayuda de todos, pero -ojalá- alterando lo menos posible la normal dinámica de cada día, que igualmente busca un mejor bienestar.