Agua para pocos, déficit para muchos
El llamado es al sentido común, a poner en el centro a las personas.
Increíble e insensatas fueron las palabras del Ministro de Obras Públicas manifestando la intención de privatizar las concesiones de agua de por vida. El acto fue una clara muestra de falta de realidad y cercanía con las comunidades más afectadas del país.
En nuestra región, uno de los dolores que identificamos en las familias y comunidades rurales, es la falta de acceso al agua potable y el déficit hídrico. Existen comunidades en Calbuco, Chiloé, Palena y Puerto Montt, que se encuentran desesperados, ya que algunos llevan hasta 10 años en proceso para obtener el servicio de agua potable rural (APR). En otras palabras, toda una década sin agua en los hogares.
No pude sentir más que indignación al escuchar las palabras del ministro, ya que considero impresentable que siendo el agua un derecho humano, donde el Estado debe garantizar su acceso, con énfasis a los hogares, las producciones campesinas y, por supuesto, para el agua potable rural.
Esta cartera de Gobierno pretende entre a perpetuidad las concesiones intensificando el problema existente en torno a cómo es utilizado el "derecho de aprovechamiento", para convertirlo en un bien privado y no de uso público como debiera ser.
Nuestra región es la muestra de que cuando no existe una regulación clara, donde el centro de la discusión sea el bien común y las personas, pueden ocurrir desastres medioambientales, como lo hemos visto con el Lago Chapo.
En lugar donde las centrales hidroeléctricas puedan usar toda el agua de un río sin respetar el caudal ecológico mínimo establecido, o donde las concesiones mineras puedan continuar utilizando agua halladas al interior de la concesión sin pedir permisos a la dirección de aguas.
El llamado es al sentido común, a poner en el centro a las personas y a entender que nuestros cargos de representación popular es con ellos y no con los lobbystas.
Debemos pensar en el presente y el futuro. Para eso debemos exigir a la Cámara de Senadores que respete la discusión que se dio en la Cámara Baja, permitiendo de esta manera resguardar la sostenibilidad de las fuentes de agua, para que se respete como un derecho humano, con usos prioritarios para las personas y las comunidades.
Alejandro Bernales, diputado de la República. Distrito 26.