La Poesía, que el mismo Puerto Montt es -a través de su variado paisaje, riqueza prehistórica y creatividad de sus gentes-, revive y cobra dimensiones de insospechado renacer literario, gracias a la feliz y plausible iniciativa del Servicio Nacional de Menores (Sename), que realizó un sorpresivo e interesante Concurso Poético en ese establecimiento, con la participación de niñas, niños y adolescentes de programas de las áreas de Protección y de Justicia Juvenil.
El certamen logró reunir la importante cifra de 46 trabajos en la Región de Los Lagos y fue posible realizarlo con el respaldo de las secretarías regionales ministeriales de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y de Justicia y Derechos Humanos. Entidades que se esmeraron en que el evento sea fructífero y marque la pauta para la continuidad del concurso en futuras versiones, destacando los estímulos que premian el indiscutido talento de estos chicos que comienzan a encantarse con la belleza poética.
Una conmovedora ceremonia enmarcó la premiación a los finalistas. Cuyos poemas fueron declamados, con profundo sentimiento, por la actriz puertomontina Patricia Cuyul y su acompañante en música el saxofonista Wladimir Huenchur.
Fueron momentos mágicos. De lágrimas. Inolvidables. Provocados por la emotiva pasión con que crearon sus poemas estos pequeños talentos, que descubrieron en ellos un ancho mundo lleno de luces y sorpresas nunca visto desde los ojos del espíritu. Como certeramente dijo el seremi de Justicia, Alex Meeder: "A través del arte y la poesía, se produjo algo muy especial: una conexión, que engrandece el alma de nuestros niños, niñas y adolescentes".
Puerto Montt es egregia cuna de sobresalientes poetisas y poetas, cuyos versos -verdaderas lluvias de creatividad y arcoiris de sentimientos- han estremecido el corazón sureño y de otras latitudes.
Hacen falta más concursos poéticos infantiles y juveniles, como el brillante encuentro del Sename. Ojalá también en las aulas escolares. Porque la poesía purifica, renueva y ennoblece al ser humano.