Con especial afecto y orgullo regional, los puertomontinos nos adherimos a la conmemoración de que -hace dos años- Frutillar recibió la distinción de "Ciudad Creativa de la Música" de parte de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Un gran honor que la integró al selecto grupo de las 30 urbes que en el mundo sobresalen por su contribución al desarrollo social, cultural y económico.

Cabe puntualizar que -unido al espíritu pujante y emprendedor de los llanquihuanos- un factor que mucho influyó en esta honrosa nominación, sin duda, fue la admirable trayectoria de 50 años de fecunda misión cultural de la Semanas Musicales de Frutillar. Hoy, uno de los festivales de música clásica más prestigiados del país y el globo, merced al trabajo perseverante y visión futurista de sus forjadores, liderados por Flora Inostroza, junto a la inapreciable cooperación de sus patrocinadores y la ejemplar labor voluntaria de sus socios. Un gran certamen que -al ir creciendo y fructificando- requirió de un escenario mayor -el Teatro del Lago-, que fue posible en 2010 gracias al mismo temple progresista que desde los cincuentenarios albores del certamen ha prevalecido generosamente en los frutillarinos.

Así, ese impresionante recinto -anclado en el lago Llanquihue- se ha transformado en un extraordinario bastión de creatividad cultural. Dinámica que le confieren la Escuela de las Artes, con música y danza para niños, jóvenes y adultos. Además de oportunidades para grupos folclóricos, fiestas costumbristas, bandas, festivales de verano, entre otros eventos que confirman el multifacético servicio artístico del Teatro del Lago a la comunidad regional.

La presidenta de la Corporación Semanas Musicales, Harriet Eeles, recuerda también -con emoción y gratitud- este segundo año de Frutillar con el alto rango internacional de "Ciudad Creativa de la Música". Y reitera su orgullo por el aporte a ese logro que significa el medio siglo de vida de la institución que dirige y de todos los que colaboran en el avance cultural en y desde Frutillar.

Cambiar. Adaptarse y ajustarse a los nuevos tiempos. Buscar nuevas fórmulas de entendimiento. Escuchar. Innovar. Tender nuevos puentes para construir la salmonicultura del futuro. Eso es lo que hemos estado haciendo en los últimos dos años desde SalmonChile y sus empresas socias. Sabemos que una constante es ser más creativos y esforzarse cada vez más, lógica que ha permitido que se generen cambios que se perciben entre nuestros vecinos, trabajadores y autoridades. Nuestra nueva política de integración territorial avanza a paso firme; igual que el compromiso con la limpieza de playas y fiordos. Lo mismo pasa con nuestros procesos productivos, cada vez amigables con el medioambiente y con mejores resultados sanitarios. Este verano auspiciamos con entusiasmo la Vuelta Ciclista de Chiloé, y mientras las etapas de esa hermosa carrera se desarrollaban, en paralelo trabajamos junto a Monterrey Bay Aquarium -una de las ONG más importantes del mundo en protección de los océanos- para elaborar un proyecto amplio de mejoramiento continuo de la sustentabilidad del sector. Los frutos de ese trabajo fueron noticia mundial. En el marco de la feria internacional Seafood Expo North America, realizada la semana pasada en Boston, EE.UU., anunciamos nuestro compromiso voluntario para disminuir en un 50% el uso de antibióticos al año 2025. Pero este anuncio es mucho más que una buena noticia. Es la constatación del compromiso de los salmoneros chilenos por desarrollar una industria más sustentable y amigable. Y también es una muestra inequívoca de que el diálogo franco y abierto ayuda a romper barreras y a derribar mitos preestablecidos, como que las ONG´s y las empresas no pueden entenderse en temas complejos. Esta alianza con Monterrey Bay Aquarium demuestra que, pese a las diferencias, se puede trabajar conjunta y respetuosamente. Hemos disminuido el uso de antibióticos desde 2015. Ya en 2016 se llegó al punto en que aun cuando la biomasa en el agua aumenta, el uso de antibióticos disminuye. Y en 2018 se logró un 24% de reducción respecto de 2017 para el índice de consumo y un 18% en la cantidad total consumida.

Arturo Clément,

presidente de SalmonChile