A los porteños, vinculados al mar desde siempre como los puertomontinos, el ejemplo de vida del capitán de Marina, Arturo Prat Chacón, y, sobre todo, su decisión de luchar hasta morir en defensa de la libertad soberana de su patria, siempre les impactará en el alma y servirá de modelo en el esfuerzo cotidiano por ser mejores y ciudadanos útiles a la sociedad y su país.
Es un sentimiento que revive, -vigoroso y profundo-, cada 21 de Mayo, al conmemorarse la heroica hazaña de Prat, de infinito amor a Chile y disposición de dar la vida por esa sagrada causa. Donde nadie se rinde, si no da la batalla hasta el final: ¡Vencer o Morir!, lema de nuestra Armada, siguiendo las aguas del valiente oficial y sus marinos.
¿Cómo se puede emular el valeroso comportamiento de Arturo Prat en tiempos de paz?
Por cierto, que se puede. Para vencer a esos pertinaces adversarios que son la molicie, el descuido, la indolencia, la indiferencia, el desapego, el desamor, la desunión, la odiosidad, la avaricia, el egoísmo, la corrupción, etcétera, necesitamos la vocación , la fuerza de voluntad, la nobleza, la rectitud, el patriotismo y la determinación del capitán Prat, para saltar al abordaje de esos escollos y desafíos. Enfrentarlos con energía, coraje, laboriosidad, resolución y perseverancia. Hasta dominarlos y transformarlos en indomable fortaleza espiritual progresista, que se multiplica en mancomunión y obras de bien, en una arrolladora fuerza victoriosa. Como ocurrió tras el martirio de Prat y sus hombres. Que encendió la chilenidad que llevó a la victoria final.
En tiempos de paz, también se puede dar una lucha sin cuartel por conservarla, por tener siempre a Chile primero, por hacer que trabajemos todos unidos, por motivar a que nos respetemos aún en la diversidad, por desenvolvernos con generosidad y grandeza humana, por nunca dejar de pensar en el prójimo sobre todo el más desprotegido, por estar siempre más dispuestos a dar que recibir…
El imperecedero ejemplo de Prat y sus marinos, es una gran lección para toda la vida. Y sin rendirse.