La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, concluyó ayer su visita de tres días a Venezuela, y en la última jornada lloró al escuchar los testimonios de familiares de algunos presos políticos con los que se reunió. Luego, la exmandataria sostuvo encuentros con el Presidente encargado del país, Juan Guaidó, y el líder del régimen, Nicolás Maduro.
"Bachelet estaba muy conmovida por las historias que se contaron. Lloró al escuchar la narración del familiar de uno de los presos políticos", declaró al diario español El Mundo Juan Guillermo Requesens, padre del diputado Juan Requesens, quien permanece encarcelado desde hace diez meses.
La autoridad internacional, una vez concluido el encuentro, insistió en pedir "la liberación de los presos políticos" en el país caribeño, explicó Juan Guaidó y agregó que Bachelet se interesó por "todas las violaciones" de los derechos humanos, además de expresar su "reconocimiento implícito y explícito de la catástrofe" que vive el país, mostrándose "muy preocupada".
La ONG Foro Penal, que defiende a la mayoría de los considerados "presos políticos" de Venezuela y que se reunió anoche con Bachelet, explicó a EFE que hay casi 700 detenidos por este motivo.
Para Guaidó, es importante "atacar la causa" de la crisis venezolana que, señaló, es la "dictadura" de Nicolás Maduro, a quien el Parlamento y numerosos países no reconocen como un mandatario legítimo por haber obtenido la reelección en comicios tachados de fraudulentos.
En este sentido, el jefe de la Asamblea Nacional denunció que el Ejecutivo "hoy se pone con piel de cordero" para tratar de engañar a la alta comisionada, quien llegó al país el miércoles.
"soluciones"
"En la reunión aproximamos soluciones", dijo Guaidó sobre su encuentro con Bachelet, esto "fue parte de la conversación, para frenar el flujo migratorio, para lograr que se frene la violación sistemática de los derechos humanos".
El líder opositor, además, reiteró que la solución a la crisis venezolana debe incluir la ruta que él planteó cuando asumió como presidente interino: cesar la "usurpación" presidencial de Maduro, instaurar un Gobierno de transición, y celebrar "elecciones anticipadas realmente libres".
Bachelet, según Guaidó, se comprometió a dejar permanente una oficina del alto comisionado en Venezuela y hacer seguimiento a la violación de los derechos humanos.
En las calles del país caribeño se registraron protestas convocadas por el propio líder opositor, donde inclusive se levantaron autos vacíos en memoria de los seis niños que murieron en mayo como consecuencia de la crisis de la Salud.
Entre cantos del himno nacional y carteles en los que se leía "Bachelet, voltea tu mirada al que sufre", cientos de manifestantes, activistas, y miembros de partidos políticos se concentraron frente al edificio donde funciona la oficina del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
En tanto, el activista Rafael Uzcátegui, coordinador de la organización Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos, adelantó que Bachelet anunciará la instalación en el país de una oficina de la Alta Comisionada, que comenzará a operar en seis meses. Asimismo, se establecerá un plan de trabajo, junto con las autoridades venezolanas, para ir ejecutando progresivamente una serie de medidas que beneficiarán a personas que estén en situación de violación de derechos humanos, agregó.
Al cierre de esta edición, la expresidenta llegó a reunirse con Nicolás Maduro y luego pronunciaría un discurso con el balance de su visita.
Tres meses atrás Bachelet manifestó en un informe oral su preocupación por la "magnitud" y "gravedad" de la repercusión de la crisis sobre los derechos humanos en Venezuela.
En esa oportunidad, la alta comisionada afirmó que las autoridades "se han negado a reconocer las dimensiones y la gravedad" de la crisis en materia de salud, alimentación y servicios, por lo que las medidas que han adoptado "no han sido suficientes".