Una serie de solicitudes recogidas en la comunidad de parte de dirigentes y vecinos durante la aplicación del Estado de Emergencia motivó al alcalde Gervoy Paredes, a plantear al intendente Harry Jurgensen, poner fin al toque de queda que se aplica en la comuna desde hace cuatro días, con motivo de las reivindicaciones sociales en Puerto Montt.

La propuesta fue presentada ayer en el Gobierno Regional, en el marco de una reunión extraordinaria convocada por el intendente con todos los alcaldes de las comunas de la Región de Los Lagos, y que busca conformar un consejo de jefes comunales.

El alcalde Paredes, en la reunión, manifestó que las condiciones están dadas en la zona para terminar con el Estado de Emergencia, pidiendo de tal modo que se realicen las gestiones correspondientes ante el nivel central. Al respecto, puntualizó que las demandas expuestas por la ciudadanía -a nivel país- no se ajustan a una respuesta ni medidas como la adoptada, explicando que no va a solucionar el problema estructural que subyace en el movimiento ciudadano.

"Nosotros creemos que están las condiciones para que ya no haya más toque de queda. Están las condiciones dadas, y los militares a sus cuarteles, que es lo que debería ser", dijo.

Alma López Espinoza

Alumnos cursantes de 4° medio expresaron su preocupación por el retraso para la culminación del año escolar debido a la paralización de actividades por las distintas manifestaciones sociales llevadas a cabo en la ciudad; sin embargo, admitieron que valdrá la pena si se logran los objetivos de las protestas.

El presidente del Centro de Alumnos del Liceo de Hombres, Manuel Montt, Carlos Rocha, explicó que pese al temor de verse afectados por la apresurada terminación del semestre y la posible baja puntuación en la Prueba de Selección Universitaria (PSU), que supondrá la deficiente preparación para la misma, considera que las exigencias de la sociedad son más importantes, ya que su futuro dependerá de los cambios que se obtengan con las expresiones de calle.

"Con el paro de profesores que hubo entre junio y julio perdimos un mes de clases; esos días los alumnos de 4° medio íbamos en un horario especial de tres horas para recuperar las materias, pero ahora la situación es diferente porque nos unimos a las manifestaciones", puntualizó.

Rocha, cursante del cuarto grado de secundaria, precisó que por ser un problema nacional, esperan que las autoridades posterguen la realización de la PSU, la cual está pauteada para el 18 y 19 de noviembre. "También aspiramos que se reprogramen las clases lo antes posible, siempre y cuando las peticiones de la ciudadanía sean atendidas", anota.

Por otro lado, el joven rechazó la violencia que, según su parecer, ha provocado en algunas circunstancias Carabineros de Chile, al lanzar agua o bombas lacrimógenas a las personas que han marchado pacíficamente.

Rebelde reflexión

La vicepresidenta del Centro de Estudiantes del Colegio San Francisco Javier, Ignacia Nishikawa, contó que ayer en la mañana estudiantes del ciclo medio del instituto demostraron su apoyo a las protestas, quedándose en el patio interno del colegio por unas cuatro horas.

"No entramos a las salas de clase y nos reunimos, primero en silencio, y luego realizando talleres y debates sobre la situación que nos afecta a todos. Es nuestra forma de protestar dentro del recinto", refirió.

Por su parte, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Los Lagos, Valentina Baena, no emitió postura y acotó que la Federación acordó no emitir declaraciones a la prensa escrita, radial o televisiva, sobre las manifestaciones ni el estado general del país. Indicó que el órgano estudiantil circuló un comunicado en redes sociales, pero la redacción de El Llanquihue no tuvo acceso al mismo.

Retorno a clases

Entretanto, el Departamento de Relaciones Públicas de la Dirección de Educación de la Municipalidad (Daem), informó que directivos se encontraban realizando propuestas al Ministerio de Educación, para recuperar las clases perdidas y en la factibilidad de retomar las actividades académicas el lunes.

La seremi de Educación, Claudia Trillo, apuntó que la institución no ha suspendido clases, porque las condiciones están dadas para su desarrollo normal y esto ha quedado a decisión de cada sostenedor. "El porcentaje de establecimientos sin actividad ha ido bajando. Nos hemos reunido con todos los involucrados y ojalá el lunes estemos al 100% con los colegios funcionando", expuso.

Para el administrador apostólico de la Arquidiócesis de Puerto Montt, Ricardo Morales, es lamentable que la situación del país haya tenido que llegar a los hechos de hoy.

"Todos los actores sociales tenemos que hacernos una fuerte autocrítica en cuanto a haber dejado que las exigencias sociales desencadenarán a lo vivido en los últimos días", asegura.

A su juicio, las personas deben entender que las legítimas manifestaciones no tienen por qué llegar a ser violentas, con actos ilícitos como los saqueos y destrucción de los bienes públicos.

Morales destacó el apoyo al trabajo de las Fuerzas Armadas porque son garantes del orden y la institucionalidad y en esta materia "el Estado cumple con su deber de hacer cumplir la ley".

Recalcó la importancia de escuchar el clamor de la población y tener una apertura al diálogo para entender que hay reivindicaciones genuinas. "Tenemos un Parlamento e instituciones democráticas que representan a la ciudadanía y nos guste o no el sistema político que tenemos es la democracia, la cual funda su base en el voto, en las elecciones, esto tiene que ayudar a incentivar la participación ciudadana". Destacó que desde una perspectiva de fe, es fundamental respetar y garantizar la vida e integridad física de cada persona.

Orar a Dios para que el curso que está llevando la Nación pueda cambiar, es el mecanismo primordial que consideró el pastor Jairo Quinteros, presidente de la Mesa de la Unidad Cristiana de la ciudad.

"Hay acumulación de mucha tristeza, impotencia por la desigualdades sociales y abusos que llevan años. Las demandas que todos tenemos son válidas y se concentran en la precaria distribución de la riqueza".

El vocero calificó los hechos violentos sucedidos durante algunas manifestaciones, como explosión social. "Tenemos que plantearnos que estas exigencias deben ser abordadas por el Parlamento para confrontar esta frustración generalizada".

Quinteros invitó a la protesta pacífica y que hay que centrarse en buscar soluciones "sin dañar el bienestar del chileno, sin anarquía".