Estallido social
Este estallido social despertó de golpe a la anquilosada y acomodada elite política que, acostumbrada a resolver desde la cocina del Olimpo las leyes, no supo ver los signos de molestia y agotamiento por los abusos en pensiones, salud, educación, diferencias en el desarrollo humano, estableciendo guetos y zonas de sacrificio.
Las bases sociales despertaron y se cansaron. Acá no hay intervención de foráneos, no es culpa de Venezuela o Cuba, como el mal análisis de algunos.
Trabajadores, profesionales, dueñas de casa y sobre todo jóvenes marcaron con su fuerza y decisión el día 18 de octubre de 2019, como el principio de la primavera de Chile. Este Chile tiene que construir desde las bases sociales la nueva Constitución que rija los destinos de este país, donde los derechos sociales queden garantizados. Por otra parte, que esta nueva Constitución estipule que el agua, el cobre y el litio sean del Estado.
JORGE ALONSO RODRÍGUEZ BRIONES.
Lumpen y demagogos
En los tiempos de la República Romana un fogoso patriota llamado Tiberio Graco se manifestaba públicamente en el Senado Romano por los derechos de la gran masa de proletarios que se veía oprimida por la clase dirigente autodenominada como los optimates.
El orgulloso pueblo romano se convirtió en un populacho insatisfecho que vagaba por las calles de la ciudad, el Estado respondió con pan, juegos y espectáculos, el "panem et circenses" para atraer las simpatías de la gente. Pero donde existe malestar y necesidades acuciantes existen los demagogos. Mediante la intriga y populismo, conseguían sinecuras políticas para ser nombrados gobernadores de provincia, senadores o tribunos de la plebe, cargos que reportaban pingües ganancias y subía el estatus familiar. En Roma los ciudadanos que aspiraban a un cargo político debían mezclarse con el pueblo y cuidar de su popularidad por todos los medios halagadores disponibles. Para tales ocasiones portaban togas de tela blanca o la "toga candida", de ahí nuestro vocablo "candidato".
En la actual crisis social del modelo que se vive en nuestro país, es imposible no evocar el pasado, cuando en las campañas se ha pasado del apretón de manos al clientelismo político y la corrupción, visualizándose el profundo desprecio de la ciudadanía a nuestros representantes, pero hábilmente los demagogos respondieron como en el pasado, impulsando una acusación constitucional contra el Presidente de la República como si fuese el único responsable de la crisis, otros buscando saltarse la valla legislativa y pasar directamente a una Asamblea Constituyente, un viejo y manoseado resabio de la Revolución Francesa.
A mi juicio, ciertos sectores buscan asegurar nada más que su supervivencia política más que el bienestar del país, disfrazando la problemática en soluciones que no pueden ser tomadas a la ligera y en el corto plazo. La estabilidad política, económica y social del país depende de los acuerdos que se alcancen ahora y, más aún, llegó el momento en que cada uno de los ciudadanos defienda más que nunca sus propios principios y valores, condenando al lumpen.
ENRIQUE CAAMAÑO MEDINA.
Modelo marxista
Sorprende que en esta crisis y exigencias de cambios para solucionarla, no se incluya la imperiosa necesidad de modificar las leyes garantistas, para no seguir sometidos a la delincuencia. Espero cambios al Congreso, bajando los ingresos y disminuyendo parlamentarios (no olvidar que próximamente aumentarán senadores) y sueldazos de funcionarios privilegiados. Ademas, estos señores en los medios descaradamente discursean sin pensar en la gente, sino solo en criticar y llevar agua a su molino.
También, sorprende que la extrema izquierda pretenda adueñarse de las manifestaciones y presione por el modelo marxista de la Asamblea Constituyente. Finalmente, espero la gente racionalice que existen injusticias sociales, pero la calidad de vida en Chile en general ha mejorado muchísimo en las últimas décadas, pero si se sigue dejando el espacio libre a quienes pretenden cambios profundos, se puede perder todo. Esto no lo entienden en la TV y muchas radios populistas, que por querer ser populistas y avalar los mensajes de izquierda, no ven el riesgo de un cambio drástico en la economía que mataría la publicidad de donde salen los sueldos.
MIGUEL VEYL BETANZO.
Menos leña al fuego
Muchos líderes de izquierda se han enfocado en cuestionar a los partidos oficialistas y su rol hacia las demandas sociales, pero ¿qué han hecho los sectores de oposición por frenar el descontento y la violencia?, ¿qué han hecho el PC, el PS o el Frente Amplio por llamar al diálogo o velar por la seguridad y la paz de todos los chilenos?
Restarse de las reuniones en el Palacio de La Moneda, proponer una acusación constitucional al Presidente, negarse a legislar en el momento oportuno y, sobre todo, provocar a la autoridad a través de llamados a manifestación, es lo más inconsciente que podríamos apreciar estos días, siendo esa actitud la que fomenta que el "conflicto de violencia" - no las demandas ciudadanas- persistan, y termine siendo un problema para que todo ciudadano, coexista en un ambiente libre y seguro.
Si bien muchos de ellos entraron en cordura, hay muchos que aún entregan ideas ambiguas y señales equivocadas. No pongamos más leña al fuego, los parlamentarios también son parte del problema. Si Chile pudo unirse frente a las demandas ciudadanas, ¿por qué no podrían hacerlo ellos?
RICARDO OYARZÚN.
Carabineros
Tienen razón: no todas las vidas valen lo mismo. Los carabineros no tienen a señores como los del INDH ni twitteros para su defensa.
Ellos parecen de segunda o tercera clase y eso que también son chilenos comunes y corrientes, con las mismas demandas de igualdad.
ANDREA MUÑOZ P.