Correo
A las autoridades del país
Dramáticos son los testimonios de pequeños y medianos empresarios del comercio, los servicios y el turismo, que desde hace 42 días han sido víctimas de saqueos, incendios y diversos actos de la más cruda violencia, lo que los ha dejado prácticamente en la calle, viendo como el trabajo de toda una vida desaparece a manos de violentistas que nada tienen que ver con las justas demandas sociales de la ciudadanía.
La inseguridad en las principales ciudades del país durante todo este período, ha impedido a nuestro sector operar con normalidad afectando gravemente sus ventas. El pasado mes de octubre, ellas arrojaron la caída histórica más grande en 28 años, y para noviembre el panorama no se vislumbra mucho mejor. Por estas razones, el comercio, los servicios y el turismo no pueden esperar más.
Las autoridades tienen la obligación encontrar urgentemente una solución institucional que nos permita volver a trabajar con normalidad, garantizando las condiciones mínimas de seguridad, especialmente para los colaboradores y consumidores de nuestras empresas. Estamos contra el tiempo. En estas dramáticas horas que vive Chile, todos los actores políticos deben condenar la violencia de manera total y absoluta, e impulsar adicionalmente y en la brevedad, la agenda de seguridad que ha sido propuesta por el Gobierno, dotando así a las policías de las herramientas necesarias para lograr el objetivo de paz que todo el país exige y anhela.
MANUEL MELERO. Presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile.
Acuerdo por la paz
El Senado logró, al fin, un acuerdo por la paz, los DD.HH. y el orden público. Asumieron que han llegado tarde, que no han estado a la altura y que deben evitar que el vandalismo quiebre nuestra democracia y la convivencia entre nosotros. Tuvieron que quemar sedes partidarias tanto del PS como de la UDI, tuvieron que funar y agredir al senador Insulza (PS) y a Beatriz Sánchez (Frente Amplio), tuvieron que saquear, destruir y quemar reiterativamente Chile, para que recién hubiese algún atisbo de movimiento legislativo para con el orden público. El Senado dio un paso importante. Esperemos que ahora concreten la aprobación de esta agenda de paz y que la Cámara de Diputados no incurra en una quitada de piso al acuerdo adoptado. Nuestra democracia es finita y nos pide a gritos auxilio.
Como reflexionó el filósofo Ortega y Gasset: "El progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor".
JOSÉ LUIS TREVIA.
Ley Antiencapuchados
Con su votación en contra a la Ley Anti Encapuchados, una vez más, un grupo de parlamentarios de izquierda, entre los que se encuentra el senador Rabindranath Quinteros (PS), ha vuelto a demostrar su lejanía con la realidad y con el grueso de la población chilena, emprendedora y trabajadora, y su anhelo de paz social expresado cada vez con mayor fuerza, desde diversos sectores, para un pronto retorno a la normalidad cívica, productiva y social; esto, en una de las regiones más golpeadas por la violencia, la delincuencia y el lumpen desde que se iniciara el estallido social, hace ya más de un mes en nuestro país.
Hay que recordar que la iniciativa legislativa establece que quienes perturben el orden público, estando o no autorizados, con el rostro cubierto, serán sancionados con penas que van desde los 541 días a tres años y un día.
Cuesta entender, entonces, que ante el enorme daño infligido por los encapuchados, descolgados de las manifestaciones convocadas por la izquierda, a la propiedad pública y privada, y frente a una Ley que busca sancionar con firmeza dichos actos delictuales, el senador Rabindranath Quinteros y sus colegas del Parlamento se pongan del lado del lumpen y de los violentistas; no así de quienes han tenido que cerrar sus negocios o viven y transitan por las calles aterrados por hordas de delincuentes que en la impunidad, que otorga una capucha o pasamontaña, continúan destruyendo lo que ha costado generaciones enteras construir.
LIONEL ÁLVAREZ WESTERMAYER.
Crisis social
Los últimos hechos han sido como un tsunami social, pero una vez que nos revolcó la ola, balbuceamos hipótesis, armamos relatos y elevamos plegarias. Que se veía venir, que era evidente, que estaba latente, cómo no lo vimos; sí, todas las anteriores quizá. Lo que nunca formó parte de las premoniciones son la furia y la violencia desatada; los insultos y escupos, el desprecio y el pago de inocentes.
MARÍA SOLANGE FAVEREAU.
AusteridadEn tiempos difíciles o no, cuando se opta por ser austero no se puede exigir serlo a los demás, como requisito para concretar la decisión, que debería ser permanente. Basta con dar el ejemplo, sin enredar el accionar.
Eco, con vista "transitoria" al Congreso: "El amor es uno, uno y nada más, lo demás es humo, humo que se va".
JORGE SAAVEDRA MOENA.