Un esbozo de sonrisa
«Sonreír es Vivir». Hoy más que nunca lo es en esta crisis social y a la luz de los hechos violentos en un escenario donde la destrucción quiere ser protagonista.
Hay preocupación, muchísimos cuestionamientos, un escenario difícil. La estrategia es sonreír, es un mensaje que debe sustituir a la violencia que esta deteriorando los cimientos de la sociedad.
La sonrisa es una opción inteligente y seductora de mejorar el ánimo y obvio que es un regalo a nuestra dignidad.
El tiempo que se vive es importante entenderlo, pero hay que crear consensos, para construir una sociedad más justa.
Antes que nada, es la misión de cada persona derrotar la violencia y superarla, porque la vida sin sonrisa no la es.
Los motivos no pueden dañar y fragmentar, el odio no puede establecerse como un principio principal de los seres humanos, que somos los componentes de esta sociedad.
Amerita que el sentimiento del Amor prevalezca y podamos superar este momento perturbador que nos tiene enfrentados.
Una sonrisa, un gracias, un buen saludo, es gratificante en estos momentos.
FRANK LAMBARRI RAMÍREZ.
Personas con discapacidad
Parte I. Las personas con discapacidad (PcD) han sido tradicionalmente marginadas de la participación y la toma de decisiones políticas. Esto se debe a que la sociedad tiene un sesgo, no necesariamente deliberado, contra ellas. Dicho sesgo, a su vez, se traduce en una serie de barreras (actitudinales, físicas, jurídicas, económicas, etc.) que impiden o dificultan el ejercicio de los derechos de las PcD.
Una explicación de por qué esto pasa, es la de un espiral de exclusión: dado que las PcD no son escuchadas en la esfera pública, la sociedad tiende a invisibilizar sus intereses; debido a que sus intereses son invisibles, su voz no es escuchada. Para revertir esta forma de exclusión, es importante tomar conciencia que vivimos en una sociedad discriminadora y prejuiciada y adoptar medidas para visibilizar y empoderar a las PcD.
El proceso constituyente ofrece una oportunidad única para fortalecer el respeto a los derechos de las PcD y para desechar prejuicios y estigmas en torno a ellas. Su participación podría conducir a crear instituciones políticas más inclusivas, accesibles y genuinamente representativas de toda la ciudadanía.
PABLO MARSHALL y VIVIANA PONCE DE LEÓN. Profesores de Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UACh.
¿Fin de las ideologías?
Los ciudadanos chilenos necesitan generar un nuevo paradigma, un ordenamiento inclusivo, en definitiva una Constitución que termine con las lógicas impositivas desde la cúspide del Poder Político y que considere la participación de la sociedad en el rayado de cancha. Los acontecimientos vividos en el país deben llevarnos a reinstalar las prioridades sociales basadas en lo colaborativo y no en lo individual, y por lo tanto, nuestras instituciones y quienes liderarán este proceso constituyente, deberán reencauzar sus aguas a base de la buena política, esa que se extravió en el camino de lo mercantil y la competencia desmedida. En el marco de esta crisis, hemos visto muchas consignas, pero una de ellas debe llamarnos a la reflexión: el pueblo dejó la dicotomía política de izquierda y de derecha y decretó el término de las ideologías, ya que estas se han transformado en instrumentos para favorecer intereses particulares.
Esto nos lleva a repensar el modo no solo de hacer política, sino también cómo desde las bases y la sociedad civil, toman un rol más protagónico a la hora de decidir qué es lo que queremos o entendemos como justicia social, igualdad y dignidad.
Citando al sicólogo y filósofo Zygmunt Bauman, el diálogo comienza cuando una persona habla, piensa y siente de manera distinta a otra persona, y es en ese escenario, que para producir encuentros de posiciones y acuerdos políticos, no hay que situarse sólo desde la ideología, sino que alentar el cambio desde la participación social. A eso estamos llamados.
HUGO COVARRUBIAS.Académico Facultad de Derecho y Humanidades. U. Central.
Efecto amplificación
Ante la violencia y agresividad desmedida que han mostrado numerosos grupos de jóvenes manifestantes en los sucesos recientes que han convulsionado al país, es necesario cuestionarse cuál es el papel quedesempeñan las familias y que inciden en ese comportamiento antisistema y antisocial. Hay bastante evidencia que constata que la violencia en los jóvenes, en la mayoría de los casos, tiene su origen en la dinámica familiar en la cual han crecido. En primer lugar, se da lo que algunos expertos llaman "efecto amplificación": muchos adolescentes se muestran violentos por haber sido sometidos a violencia durante la infancia. Asimismo, el estilo educativo familiar tiene gran incidencia. Padres excesivamente autoritarios, castigadores y controladores generan en los niños y adolescentes sentimientos de rencor, rabia y frustración, que suelen explotar ante situaciones que les desbordan. Por otra parte, el modelo educativo permisivo o de "dejar hacer" que se caracteriza, por regla general, por la despreocupación y negligencia, la ausencia de límites y reglas claras, o una conducta emocional errática de los padres, produce desprecio por la autoridad y las normas, falta de empatía y de control de las emociones, búsqueda de satisfacción inmediata de las necesidades y escasa tolerancia a la frustración. Somos los padres los primeros responsables de educar a niños, niñas y adolescentes empáticos, solidarios, tolerantes, respetuosos de los derechos de los demás, conscientes de sus deberes, etc. Estas virtudes morales se aprenden en el hogar y difícilmente se adquieren fuera de éste.
JIMENA VALENZUELA DEL VALLE. Directora del Instituto de Ciencias de la Familia Universidad de los Andes.
A propósito de paz
El 29 de noviembre de 1984, en la ciudad del Vaticano, se firmó el Tratado de Paz y Amistad Chileno - Argentino. Fue firmado por los ministros de relaciones exteriores Dante Caputo (Argentina) y Jaime del Valle (Chile).
ÓSCAR L. SALDIVIA MALDONADO.