Cerca de 40 mujeres, niñas, jóvenes y adultas, participaron ayer al mediodía de la Primera Cicletada de las Niñas, convocada por el Movimiento Lluviosos Ciclistas, que -además- desde el año pasado, junto con la Agrupación Masa Crítica Sobre Ruedas, invita a los ciclistas de Puerto Montt a una actividad nocturna, el primer viernes de cada mes, en la búsqueda de mejorar las vías, tener mayor seguridad y disponer de nuevas ciclovías.
La seguridad de las personas es el tema principal en todo orden social, debiendo ser el principio de toda norma por lógica. Vamos a lo siguiente: el traslado de las oficinas de la Notaría de Calbuco del centro de la ciudad a la zona de San Rafael, en una calle de doble sentido con una cuesta pronunciada y un intenso tránsito (Almirante Latorre), donde la detención de los vehículos es un peligro latente.
Tanto de bajada como de subida, hay que sortear la detención de vehículos con temor, poniendo en riesgo a pasajeros y transeúntes, al tiempo que se complican los desplazamientos vehiculares por la imprudencia.
Las personas que se trasladan desde Calbuco deben caminar a través del pedraplén sin barandas, que constituye un grave peligro, porque pueden caer a los roqueríos.
La gente de la tercera edad, aquellos que tienen algún impedimento físico, sufren con creces ir a hacer algún trámite requerido en las nuevas, pero mal ubicadas, oficinas de la única Notaría que existe en Calbuco y que es casi por obligación concurrir.
Sería conveniente considerar la seguridad que debe ser primordial antes que suceda un grave accidente que se va a lamentar.
Por favor, pongan atención poniendo prioridad al asunto, que es muy delicado.
FRANK LAMBARRI RAMÍREZ.
Qué difícil es ser peatón en Puerto Montt. Las dificultades que tenemos como ciudad, miremos las veredas, los refugios peatonales, la baja frecuencia del transporte público y en algunas horas o lugares la nula existencia de éste. Los tiempos de viaje, el bendecido clima de vientos y lluvia que nos acompaña en gran parte del año, son condiciones que ponen dura prueba a los peatones de la ciudad.
Miremos las veredas que son un bien nacional de uso público. Nuestra ciudad no tiene veredas uniformes de acceso universal, que faciliten el tránsito de personas. Observamos problemas comunes, como superficies intransitables, con obstáculos, desniveles, que dificultan el desplazamiento, especialmente a personas mayores, niños y personas con capacidades diferentes. ¿De quién es la responsabilidad de regular, fiscalizar, la intervención y mantención de veredas urbanas? Uno tiende en pensar en la Municipalidad como organismo competente, pero es el Serviu el que aprueba, fiscaliza e inspecciona obras de intervención urbana, donde están consideradas las veredas un bien nacional de uso público (BNUP), siendo el municipio el que debe garantizar el buen estado de ellas.
Si queremos una mejor ciudad con acceso universal, es necesario que los organismos públicos pertinentes, fiscalicen el cumplimiento de las normas legales; que sean más rigurosos a la hora de velar por el estado de veredas que estén aptas para el tránsito de todas las personas, en especial para aquellas con movilidad reducida, personas mayores, coches de niños, para así tener una ciudad para todos.
También, debemos garantizar un transporte público con frecuencias, tiempos de trayectos, lugares de paraderos, acorde con el clima de la ciudad, para hacer una ciudad amable con el peatón, donde todos nos sintamos parte, queridos y respetados.
DIRECTORIO PROVINCIAL CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES. José Pacheco Sánchez.
El caso de Víctor Chanfreau, a quien se le ofreció un cupo en una universidad sin mediar la PSU, refleja la contradicción permanente que lleva consigo el discurso igualitario.
La posibilidad de ingresar a la Universidad Austral con cupo directo, mientras un número importante de estudiantes no pudo rendirla, en parte debido a su injerencia como dirigente estudiantil llamando a boicotear el proceso, refleja la vieja trama de privilegios y desigualdades que se produce entre los que se dicen defensores del pueblo, pero que no viven como ese pueblo, ni asumen los costos de sus acciones en nombre del pueblo. La contradicción la refleja no el propio Chanfreau, sino el académico que hace el ofrecimiento sin considerar que con ello está estableciendo un privilegio respecto a otros cientos de estudiantes que no pueden tener la dispensa de un cupo listo para llegar y entrar a una universidad.
Lo peor es que ese baipás se produce, no porque Chanfreau sea un estudiante pobre o desfavorecido, sino porque se le considera un redentor social de élite. El privilegio se otorga por cuestiones ideológicas, por apellidos, por tradición, por pertenencia. Eres de los nuestros. En otras palabras, estamos ante otra forma de favoritismo entre gente como uno.
JORGE GÓMEZ ARISMENDI.
Sorprende el romanticismo del diputado Díaz, quien con elocuencia y fervor se ha arrogado la causa previsional en las últimas semanas, como si de las noches de octubre en adelante se hubiere transformado en el portavoz del malestar social en la escena política en lo que a pensiones dignas y salarios mínimos respecta. Curiosa metamorfosis, si atendemos su trayectoria parlamentaria, pues de sus diez años como diputado socialista y 251 mociones con su firma ingresadas a la fecha, sólo 15 (5.9%) se relacionan con temas concernientes a la cartera de Trabajo.
En la otra esquina, con 17 años abocada a la seguridad social -desde la Superintendencia de Seguridad Social, pasando por la gerencia de la Corporación de Investigación, Estudios y Desarrollo de la Seguridad Social (Ciedess), y el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, a la vez que una remarcable trayectoria académica, impartiendo en múltiples universidades diversas cátedras, tales como derecho laboral, o sistemas de bienestar, entre otras, y dos proyectos de ley despachados en menos de tres meses-, la sencillez y simpleza de la ministra Zaldívar. Su intervención no hizo sino reafirmar su trayectoria.
Gobierno 1-0 interpeladores.
PATRICIO SAAVEDRA BAHAMONDES.
Según lo establece la ley, esta fue la última rendición de la PSU a cargo del Consejo de Rectores (Cruch). La próxima versión, con o sin cambios, estará a cargo de una Subsecretaría del Mineduc. Pero el Mineduc tiene razones para estar tranquilo: el Cruch le dejó la vara… muy baja.
JOSÉ L. VIDAL HERNÁNDEZ.