Agricultura, alimentos y desarrollo rural
"Pongamos a Chile en sitial ganador, con producción de alimentos de calidad ante los ojos del mundo" Javier Hernández H., Diputado (UDI)
Llevar a Chile a convertirse en una potencia agroalimentaria, ese es el propósito tras la firma presidencial del proyecto de ley que crea el nuevo Ministerio de Agricultura, Alimentos y Desarrollo Rural.
¿En qué consiste esto, que podría parecer simplemente la reconversión de un ministerio? Claramente, va muchos más allá de eso, porque lo que se busca es colocar en un nivel de importancia superior al agro, dándole un giro a la cartera existente hacia una lógica de modernidad y flexibilidad.
Pesca y Acuicultura dejarán de ser parte del Ministerio de Economía para pasar a Agricultura, Alimentos y Desarrollo Rural, ministerio que, a su vez, dotará de nuevas atribuciones al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para un trabajo riguroso en el control y aseguramiento de la cadena productiva de los alimentos.
¿Los más beneficiados con esta reestructuración? El 93% de pequeños agricultores de nuestro país, que por décadas esperaron una acción de este tipo, cuyo principal impacto será en el mejoramiento de sus condiciones de vida en las zonas rurales.
Pero, además, una mejoría para todos los eslabones en esta renovada economía nacional que pone al agro en un papel protagónico, hermanado con pesca y acuicultura, en una perspectiva de fortalecer asociaciones naturales entre sectores productivos que, sobre todo en regiones como Los Lagos, por cercanía deben afianzar su comunicación y colaboración.
Según datos entregados por el Presidente Piñera en la firma de este importante proyecto, más de 5 millones de chilenas y chilenos viven en la ruralidad, sobre 300 mil agricultores y alrededor de 800 mil trabajadores, lo que representa, con esta iniciativa, una magnífica oportunidad para el país de depositar en el mundo rural la confianza de liderar buena parte de la economía del país de cara al futuro.
Un futuro donde la alimentación es clave, así como la sanidad e inocuidad de toda la producción generada a su alero, una de las metas trazadas con el proyecto del nuevo ministerio es, justamente, colocar a Chile en un sitial ganador, con producción de alimentos que sean sinónimo de calidad ante los ojos del mundo.