Adiós amigo Fernando
Hoy te recuerdan y lo harán siempre los miles de niños y, especialmente, esas niñas que formaste en el básquetbol. Muchos de ellos, hombres y mujeres de bien que te recuerdan con cariño.
Pero tu tarea no sólo fue esa. Tu sueño del actual club LIZH fue integrar a quienes no podían pagar para estar en una escuela de básquetbol. Que el dinero no fuera la diferencia para poder acceder al deporte. Siempre me lo dijiste: "El deporte es un formador de personas". Con orgullo saludabas en la calle a muchas personas que tuvieron la posibilidad de salir adelante y ser alguien en la vida gracias al deporte.
Te conocí en el mundo de las comunicaciones. Ese que tanto amaste y donde no fuiste uno más. Tu comentario asertivo, polémico, incisivo te llevó a molestar a varios. Si encontrabas que algo no estaba bien, lo decías y quizás muchas veces estuvimos en desacuerdo, pero siempre lo hiciste con respeto y con fundamentos.
Trabajaste en radio y televisión. Te preocupaste de difundir deportes quizás no tan populares. Te interesaba la formación, la generación de nuevos talentos. Tuviste miles de horas de transmisión radial y programas de TV en el cuerpo.
En tus seis décadas de vida hiciste mucho. Cómo no recordar la Navidad de los Hogares de Menores, que fue una obra tuya y donde buscaste que los niños de toda la provincia tuvieran un regalo en esta fecha tan especial. En esta sociedad individualista y preocupada por el éxito, tú luchaste por los que menos tienen y sin que nadie te lo pidiera.
Y la cena para los adultos mayores del Hogar de Cristo, donde lograste unir voluntades para que los "patroncitos" tuvieran un momento de felicidad. Diste mucho por Puerto Montt y eso que tú eras valdiviano y siempre recordabas tu origen animeño.
Quizás le quitaste muchas horas a tus familiares más cercanos y eso fue algo que siempre me comentaste que fue una deuda tuya. Dejo para el final a ese grupo de amigos que formamos y que nos reuníamos a hablar tonteras, a disfrutar de un chanchito ahumado o algún asado que preparábamos para la ocasión.
Hoy y mañana te despedirán las miles de personas que conociste, las muchas personas que ayudaste de forma desinteresada y otras tantas con las cuales discutiste de manera firme por lo que siempre defendiste. Este no es un resumen de tu vida, porque para eso necesitaría mucho más espacio.
Por último, un humilde llamado a los dirigentes del LIZH que quizás ya tienen pensada esta decisión. Ese club que formaste a pulso debe llevar tu nombre: Club Deportivo Fernando Núñez. Amigo: Descansa en paz.