Hace unos días, se promulgó la Ley de Protección de Humedales Urbanos, ecosistemas muy vulnerables y que han sido fuertemente intervenidos, principalmente por el desarrollo inmobiliario, y que hoy en día, que sufrimos los efectos el cambio climático, representan una importante fuente de agua y hábitat de muchas especies.
Dado este importante paso para el resguardo de los humedales urbanos, se debe seguir avanzando en el cuidado de todos los humedales, pues si bien en Chile hay más de una docena de humedales protegidos y que han alcanzado la categoría de "Sitios Ramsar", es decir, de importancia internacional, ninguno se encuentra en nuestra región, rica en este tipo de ecosistemas, como son las turberas, importantes reservorios de agua dulce y que lamentablemente han sido muy intervenidos y explotados, causando serios problemas de abastecimiento de agua a muchas comunidades.
Por ello, asegurar la protección de los humedales que poseen rasgos comunes y que no alcanzan la categoría de "Sitios Ramsar", pero que, en su conjunto, sí son relevantes de conservar -debido a los distintos servicios ecosistémicos que brindan a las comunidade-, debe ser el siguiente paso, que se ha ido logrando gracias a la aprobación en la Cámara de Diputados de un proyecto que establece normas para asegurar la conservación de los humedales, iniciativa que fue despachada al Senado para su aprobación.
La idea es tutelar los humedales y que todos estos ecosistemas sean considerados de interés público, estableciendo una serie de prohibiciones en torno a la intervención humana y sanciones para quienes las incumplan.
También se contempla el establecimiento de un plan de manejo, que podrá ser desarrollado por las organizaciones regidas por la Ley sobre Asociaciones de Participación Ciudadana en la gestión pública; comunidades reguladas en la ley que crea la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena y por organizaciones sin fines de lucro, tales como fundaciones, corporaciones y universidades.
Gabriel Ascencio, diputado por Puerto Montt y Chiloé