EMERGENCIA MUNDIAL. El presente no sólo inquieta en aquellos países donde los contagiados y muertos se cuentan por miles, como consecuencia del avance del coronavirus. Ayer el centro de Puerto Montt lucía vacío, y los pocos habitantes que deambulaban por las calles lo hacían a lo menos con mascarillas, las que incluso usaban las esculturas. El flujo vehicular también se ha reducido ostensiblemente.