Reflexiones de cuarentena
Cuando la realidad obliga a refugiarse en el hogar, surgen reflexiones desde el fondo del alma. Son momentos de profundidad, que permiten observar con más calma a quiénes nos rodean. Vuelve a penetrar con fuerza el poder de la familia, del silencio, de la fe y de las virtudes y los defectos del ser humano en un universo inmenso. Valoramos lo que comemos, el almacén de barrio, al agricultor que produce lo básico y elemental.
Los problemas que enfrentamos en estos días generan temor, incertidumbre e instinto de sobrevivencia. Lo que vemos y leemos de China, Europa y Estados Unidos nos lleva a proyectar lo que nos pasará. Nos creemos a veces intocables, pero en realidad no somos nada. Valoramos a quienes están cerca trabajando en un hospital o una clínica, a la policía tantas veces insultada, a los valientes soldados miles de veces humillados.
Volvemos a mirar a Dios, al cielo, a buscar respuestas y soluciones. Quienes tenemos alguna actividad con familias que dependen de nuestros negocios, nos da inquietud y nos preguntamos si tendremos recursos para pagar los sueldos. En este período de tristeza, también observamos la grandeza del ser humano, pero también no poca bajeza.
Observamos con decepción que personas que piensan distinto a uno, pero de quienes uno esperaría niveles mínimos de decencia, intentan aprovecharse de la situación atacando a la autoridad. Debemos ser capaces de ver lo importante y dejar lo secundario para después. El Estado tiene recursos limitados, por lo que no se puede atender los pedidos de todos. Debemos ser justos. Debemos ser prudentes y colaborar con quienes tienen la responsabilidad de manejar la emergencia.
Los hijos tendrán que aprender a tener paciencia. Se acabó la fiesta por un rato. Se acabaron los recursos, se acabó lo suntuario. ¿En qué fallamos? ¿Cuántos viajaron cuando ya se sabía que había una crisis sanitaria? ¿Cuánto tiempo y recursos perdimos en un estallido estúpido? Estas semanas de relativa reclusión nos deben hacer pensar en aquellos recluidos por años, unos con mas razón que otros. Todos sufren hacinados, contaminados, violados y son seres humanos. ¿Cuántos niños mueren de hambre en África cada día? Ciertamente muchos más que con el coronavirus, mas eso es menos mediático y como que es un dato que no tiene prensa.
También pensamos en la globalización. Pienso que hemos llegado muy lejos y creo que cada país debe ser más responsable de su territorio, de sus leyes, de su idioma, de su comida, de sus leyes.
Andrés Montero
Epidemia de influenza de 1957
En junio de 1957 se registraron los primeros casos de influenza en Europa. Según estudios, ésta enfermedad se había detectado en parte de la tripulación de un barco de Estados Unidos que había llegado a Valparaíso. Desde allí, la gripe se difundió rápidamente al resto del país, lo que produjo un gran ausentismo de estudiantes y profesores.
Entre agosto y septiembre de 1957, fallecieron 21.929 personas, en su mayoría niños y adultos mayores, con más afectados en Santiago, Concepción, Valdivia, Osorno y Llanquihue. La pandemia llegó a Huellelhue (a nueve kilómetros de Valdivia) en pleno invierno. En pabellones donde vivíamos había una sola llave de paso para dar agua a varias familias, con una mala alimentación, agravados por la inexistencia de WC.
Los matrimonios pobres tenían muchos hijos y debían compartir como familia pequeños espacios e incluso una sola pieza como dormitorio. En nuestro hogar todos nos enfermamos; pero gracias a las hierbas medicinales que nos preparaba nuestra madre mapuche, logramos mejorarnos. Es necesario mejorar las condiciones de vida de la población más vulnerable y fortalecer la salud pública para enfrentar en mejor forma todo tipo de crisis o pandemias.
Dérico Cofré Catril
Impacto en el corretaje
El coronavirus supone un tremendo desafío en lo humano, pero también en cómo entendemos los negocios. Hasta ahora, el corretaje de propiedades se sustentaba en una relación presencial, pero este nuevo escenario nos obliga a repensar la forma en que desarrollamos nuestro negocio
Estamos llamados a crear nuevas herramientas y soluciones a través de la tecnología para hacer sustentable al sector y que no quede paralizado. Después de todo, en tiempos de vacas flacas sigue existiendo gran cantidad de transacciones: gente que debe vender sus casas para obtener liquidez o bien otros que buscan arriendos que se ajusten a su nuevo presupuesto. Hacerlo sin una relación presencial es el nuevo desafío de la industria.
Víctor Danús, gerente general de ProUrbe Gestión Inmobiliaria
Ayuda a la clase media
Para variar, el Gobierno dejó de lado a la clase media en sus anuncios de ayuda económica.
Esteban Pérez