Comerciantes se reinventan para superar baja en ventas
DIVERSIFICACIÓN. A través de diversas estrategias, buscan ampliar tradicionales canales de distribución. La entrega a domicilio e internet son los más utilizados.
Ante el complejo momento que atraviesa la actividad comercial de Puerto Montt, con caídas de hasta un 80% en las ventas, producto de la notoria baja de la demanda, algunos emprendedores están buscando la manera de suplir en parte la merma de flujo, aplicando estrategias que les permitan mantenerse activos y no afectar de manera relevante al empleo.
La diversificación de la oferta es clave en esta necesaria reconversión productiva, asegura Jannette Soto, propietaria del Restaurante San Marino y Panadería Las Delicias.
El 17 de marzo, un día antes de la declaratoria de estado de catástrofe, resolvió cerrar el restaurante y desvincular a los 15 trabajadores, con el compromiso de recontratarlos en cuanto puedan volver a funcionar.
Al contrario, la panadería del terminal de buses ha permanecido activa, con el 70 % del personal y es la que ha reconvertido para hacer entregas a domicilio. "Bajaron muchísimo las ventas, a un 30% de lo habitual. Obviamente, se ven afectadas las fuentes de ingreso para cumplir con todas las obligaciones. Por esa necesidad nace esta idea de delivery, porque la gente no sale a comprar y partimos llevando el pan a las casas", recuerda.
Poco a poco han ido sumando productos de fiambrería, lácteos y otros de elaboración propia, como pastelería, empanadas, ensaladas y platos preparados. "Todo sale de la planta de proceso. Tomamos todas las medidas de higiene y seguridad, con guantes, mascarillas y alcohol gel. Los paquetes salen sellados, con el nombre y dirección del cliente. Además, llevamos otras cosas. El mensaje es: quédate en casa, yo te lo consigo".
Sobre el resultado de esta innovación, que partió el viernes de la semana pasada, reconoció que ha ido conociéndose, gracias a las redes sociales, con entregas en Valle Volcanes, Mirador de la Bahía, Lomas de Reloncaví, Dos Esteros, Lomas de Coihuín, Egaña, Pichi Pelluco y Lintz.
"hay que sobrevivir"
Un camino similar asumieron en el grupo de locales que integran Restaurante Sherlock, Café Central , Club Alemán y Rincón Central, según Omar Osman, uno de sus socios.
"Hay que sobrevivir, porque está bien complicado. Como desde el 21 de marzo ya no podemos atender público, todas las ventas tienen que ser a través de sistemas de reparto, (a domicilio) así que estamos trabajando con eso", sostuvo.
Aunque operan con dos empresas de delivery, calculó que ese tipo de ventas "no representan ni un cuarto de lo que se debería vender. La venta ha bajado en hasta un 80%".
Además, han tenido que disminuir el personal "y quedó la gente justa (6 de 40) para este sistema de delivery. Esperamos no despedir a nadie. La ley de protección al empleo es una ayuda, así que conversamos con todos los trabajadores para que puedan acogerse a ese beneficio".
Para ello están ofertando los tradicionales sandwiches, pizzas y platos de Sherlock; además de pichangas y parrilladas del Café Central, además de shawarmas y pollo asado en Rincón Central. El Club Alemán permanece cerrado.
Por internet
En Epsilon Electrónica están promoviendo sus mercaderías mediante su plataforma de internet. Ana Contreras, propietaria del negocio, detalló que como siguen operando, aprovechan de ofrecer el retiro de compras online en el local.
"Hoy se está requiriendo todo lo que es necesario para el trabajo en línea", acotó.
Sin embargo, la oferta en línea no ha logrado superar las ventas presenciales, que han caído en un 50%. Admitió que ese menor movimiento ha derivado en dificultades para cumplir con sus proveedores, para lo que han conseguido reprogramar fechas de pago. Hasta la fecha no han tenido que tomar otras decisiones más drásticas, como la desvinculación de personal, afirmó.
"Recién se está haciendo más masivo todo lo que es consulta, porque también tenemos funcionando el Whatsapp del local", añadió Contreras.
Estima que en un par de semanas podrían implementar la entrega a domicilio "con todos los cuidados y garantías para la seguridad del cliente", sistema que considera reforzar a partir del instante en que se vean forzados a bajar las cortinas, como por una cuarentena.