Confirman los seis primeros fallecidos por coronavirus en favelas de Río
PANDEMIA. Con casi 70,000 mil habitantes en Rocinha, el mayor de estos asentamientos en la ciudad, se teme por un brote incontrolable.
Las autoridades de Río de Janeiro confirmaron ayer que seis personas han muerto a causa de la enfermedad del covid-19 en favelas de esta ciudad, cuya situación era considerada como la más preocupante por la alta densidad de población en estas barriadas y sus elevadas carencias sanitarias.
Al menos dos personas murieron por el SARS-CoV-2 en Rocinha, la mayor favela de Río de Janeiro, otras dos en Vigario Geral, una en Manguinhos y otra en Maré, un extenso conjunto de barriadas pobres en la zona norte de la ciudad, según la secretaría regional de Salud.
En Rocinha, una inmensa favela erguida en un cerro con vista al mar y en medio de dos de los barrios más exclusivos de la ciudad, las víctimas fueron un hombre y una mujer que tenían más de 60 años.
Otros seis residentes en esta favela, que cuenta con 69.161 habitantes según el censo de 2010, fueron diagnosticados con la enfermedad, y dos de ellos se encuentran en estado grave.
Las seis víctimas en las favelas están entre los 106 muertos por coronavirus registrados hasta ahora en Río de Janeiro, el segundo estado de Brasil más afectado por la enfermedad, después de Sao Paulo, con 1.938 casos confirmados.
En todo Brasil se han registrado 820 muertes y 16.188 casos confirmados.
Las primeras muertes en las favelas se producen en medio de la divulgación de videos que muestran que los habitantes de las barriadas han flexibilizado las medidas de aislamiento social decretadas por el gobierno regional de Río de Janeiro y vienen circulando por las calles sin preocupación ni protección.
En Rocinha hasta las tiendas volvieron a abrir sus puertas pese a la prohibición y vienen registrando aglomeraciones.
"Pese a las medidas de aislamiento, lo que estamos viendo en las favelas es un atentado contra la vida. Estamos preocupados con eso y hasta estudiando la posibilidad de medidas más severas, como la imposición de multas", dijo el secretario regional de Salud de Río de Janeiro, Edmar Santos.
El secretario alertó que Río de Janeiro no soporta una contaminación generalizada en las favelas debido a que el estado ya tiene el 63% de sus camas hospitalarias ocupadas.