Avanzado deterioro muestra Casa Ebel y no se avizora recuperación
CONSERVACIÓN HISTÓRICA. Familia había avanzado en un proyecto que se frenó por el estallido social y la crisis sanitaria. Cuidador debió dejar su cargo, porque su mujer contrajo el covid-19.
Hace por lo menos una semana que la tradicional Casa Ebel, ubicada en la esquina norponiente de Benavente con Balmaceda, en el sector central de Puerto Montt, se mantiene sin cuidador, lo que ha permitido -nuevamente- el ingreso de desconocidos que pernoctan en el lugar y hasta han sido vistos llevándose partes de esa vivienda de conservación histórica.
La casona, cuyos últimos usos conocidos corresponden al funcionamiento de la llamada Escuela de Administración y más tarde fue entregada en arriendo a una automotora, hoy muestra un innegable deterioro, apariencia que hace presumir un inminente colapso de esa infraestructura.
Carlos Ebel, nieto de Luis Ebel y de Flora Westhoff, los primeros ocupantes de ese majestuoso inmueble de dos pisos, aclara que no es vocero ni encargado de esa casa, antes de admitir la preocupación del resto de los cuatro grupos de descendientes, ante el futuro de esa edificación.
Asegura que como familia han intentado desarrollar planes, sin conseguir materializar avances en esas intenciones. La última gestión se diluyó, tras los efectos consecutivos del estallido social y del coronavirus.
"No puedo comentar más sobre ese tema; pero había actores interesado en poder desarrollar un proyecto muy interesante con la casa, pero quedó en stand by", especificó.
Dijo que hacen esfuerzos para retomar esa gestión "y que se reactive lo más rápido. Esperamos que eso ocurra".
Desgaste
Los sucesores de Luis Ebel han procurado mantener un vigilante para velar por el cuidado de esa casa patrimonial. Aún así, la casa ha experimentado un evidente desgaste.
El más reciente cuidador debió abandonar su trabajo, después que su mujer fue diagnosticada como contagio positivo de covid-19.
"Estamos tratando de conseguir a alguien que lo reemplace, porque esto ocurrió hace una semana", reveló.
Admite que sin proyecto en marcha y sin un vigilante, la casa se va deteriorando, aunque "como familia seguimos pagando las contribuciones, que ascienden a más de 6 millones de pesos al año".
Reclamó que quienes son propietarios de inmuebles de conservación histórica no reciben ayudas. "Falta una política más seria de Estado, que sea innovadora, actualizada, para que no sólo la Casa Ebel, sino que otras como la Casa Fernández, sean rescatados, ponerlos en buen estado y sean un ícono de Puerto Montt, que hace falta", enfatizó.
Consultado si es que han tenido acercamientos con la Municipalidad, especificó que al menos él no ha sido contactado por autoridades edilicias.
"A la Municipalidad no la siento responsable en este tema, porque como muchas otras del país, enfrenta problemas económicos y tiene que hacer frente a otras prioridades", apuntó.
Gestión municipal
El asesor urbanista de la Municipalidad de Puerto Montt, arquitecto Daniel Reyes, explica que se trata de un inmueble de conservación histórica, definido en el Plan Regulador Comunal (PRC) de 2009.
Especificó que ese documento de planificación urbana "resguarda los atributos culturales e identitarios socialmente valorados, imponiendo una condición al propietario; pero en ningún caso el municipio adquiere responsabilidad sobre el inmueble, ni menos de su gestión, ya que no es una declaratoria de utilidad pública ni mucho menos algún nivel de acción expropiatoria".
Especificó que el PRC "sólo impone una responsabilidad al propietario y no un deber al municipio".
Gestiones
En cuanto a gestiones que puede impulsar la Municipalidad para rescatar ese inmueble, Reyes definió que no es su deber impulsar un plan de puesta en valor, ya que no está dentro de sus funciones y atribuciones. "Esa es una función del Estado y del propietario, en la que estamos disponibles, por supuesto, para colaborar".
El arquitecto añadió que ya hicieron lo que les correspondía dentro de sus facultades, "es decir, declarar patrimonial el inmueble. Ahora es el Estado y el propio dueño los que deben hacer su aporte".
Sobre el actual estado de la Casa Ebel, el profesional apuntó que "estamos frente a un inmueble privado, que evidencia falta de las mantenciones y que ante posibles fallas estructurales, puede llegar a poner en riesgo a los transeúntes por su posible colapso".
En su opinión, esa vivienda requiere de una profunda restauración, por lo que sugirió "contratar a un especialista de primer nivel en el ámbito del patrimonio en madera, para realizar un diagnóstico crítico; en paralelo, contratar servicios para mitigar el riesgo sobre la comunidad y ponerla a resguardo de cualquier acto de incivilidad".
Al plantear la posibilidad que se aplique el mismo tratamiento de la Casa Pauly, Reyes especificó que se trata de situaciones distintas. "La Casa Pauly es un monumento nacional, que es una categoría superior de protección patrimonial".
Acuerdo
Para el historiador Pablo Fábrega la Casa Ebel está siendo objeto de "saqueos por parte de delincuentes".
Admitió que esa histórica edificación "está abandonada hace varios años por la Sucesión Ebel, que por distintas razones no quisieron aceptar propuestas que se hicieron, de lo que me consta, ya que estuve presente en esas negociaciones y un buen tiempo proyectando la restauración".
Aseguró que cuando trabajaba en la Oficina de Patrimonio de la Municipalidad (2013-2016). "Estuvimos a punto de llegar a un acuerdo. Me da un poco de pena recordarlo, pero quien hizo gratis ese trabajo de arquitectura fue Gian Piero Cherubini, especializado en patrimonio y que hace poco falleció en un accidente".
Lamentó lo que pasa con esta vivienda "ícono de Puerto Montt, que de alguna manera está protegida, por lo que se debería llegar a un acuerdo público-privado para que se pueda transformar en un espacio de cultura o de patrimonio. Hay tantas cosas que se pueden hacer en la ciudad, como se hizo con la Casa Pauly".
" No puedo comentar más sobre ese tema; pero había actores interesado en poder desarrollar un proyecto muy interesante con la casa, pero quedó en stand by".
Carlos Ebel, Nieto de los dueños de la propiedad
fue el año en que se construyó esta vivienda de estilo Jugendstil (o Art Nouveau), que se desarrolló a fines del Siglo XIX y principios del XX.
metros cuadrados de construcción posee esa casa, cuyo patio consta de 693,4 m2, incluyendo el terreno en que se encuentra la vivienda,
es el año en que el Plan Regulador Comunal definió al inmueble como de conservación histórica. Desde ahí se han realizado esfuerzos para su conservación.